domingo, 25 de diciembre de 2011

La cena de navidad


Desde temprano, a correr por las compras para preparar la cena. La abuela con sus secretos que me heredó hoy y con la ayuda de mi mamá fui la anfitriona para este año en la mejor cena de vísperas de navidad.
Me compré el vestido más lindo del almacén, rojo, diminuto, con una flor blanca a un costado unos zapatos de tacón negro súper elevados y unas medias de esas que tienen una línea atrás de las piernas.
Hoy vino mi tío desde España, con su esposa y mis dos primos. Después de las compras me quedó tiempo para ir al aeropuerto por mi novio que estaba trabajando en Estados Unidos, mi padre llega de trabajar tarde de la fábrica, mi madre está de vacaciones y me ayudó en todo, mi hermana menor fue la encargada de toda la decoración según asesoría de mi mejor amigo que también vino esa noche, acompañado de su novio.
Llagada la hora de la cena todos listos, tomamos vino. A mi abuela por poco y se le cae la placa en el postre y mi amigo que llegó vestido de Santa se puso demasiado borracho al principio y casi arruina todo, pero yo muy inteligente logré solucionar todos los percances. Mi familia insistió que hiciera lo del muérdago con mi novio, y reímos tanto cuando él me levantó de la cintura para colocar la estrella en la punta del árbol y se me vieron mucho los muslos. Fuimos tan felices en la fiesta de navidad, los chicos con mi primo el mayor, que por cierto siempre ha coqueteado conmigo reventaron unos cuantos cohetes después de la cena, a eso de las once treinta. Y mientras, los demás bailaban, mi novio y yo charlábamos en la terraza sobre nuestro futuro, juntos.  Y llego la hora de abrir los regalos, no sin antes tomarnos la foto.
Mi tío me trajo unos zapatos Dolce que siempre había deseado, mi  novio me regaló unos pendientes y en fin todos muy felices y contentos, a mi papá no le sorprendió que fuera una corbata lo que yo le regalara por que siempre le regalo lo mismo, y es que todas las corbatas que tiene se las he dado yo. Mi amigo y su novio improvisaron una escena con títeres y nos divertimos mucho hasta el cansancio y poder dormir todos juntos en la sala mientras cantábamos canciones viejas.


Me la pase muy bien en navidad, ha sido la mejor navidad, toda la familia reunida por la interpretación de un solo actor mientras sueña despierto.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Marguerite y Gustavo

« No se trata de un suicidio. Solo se trata de batir un record »
(Marguerite Yourcenar)
                      Y no se trata de un suicidio más, sino de un asesinato.
                    (Gustavo Solís)

A penas y estaba en el colegio. El menos vistoso de la clase, el que no tenia grupo, el que era raro y nadie le prestaba atención, se llamaba Gustavo Solís. Al otro lado, al frente, estaba la chica más guapa de la clase, su cabello largo y oloroso a flores, su nombre era Marguerite Yourcenar. Gustavo la veía con sus ojos tristes, y sus pecas tras las gafas resaltaban más con los rosado de sus mejías entre el lienzo de su piel blanca. Marguerite era morena e impecable y tenía muchos amigos. Gustavo no.

No hay nada que temer. He tocado fondo. No puedo caer más bajo que tu corazón.

Estando en una clase Marguerite necesitó ayuda de Gustavo.

Por mucho que yo cambie, mi destino no cambia. cualquier figura puede inscribirse en el interior de un círculo.

Con una gran alegría Gustavo prestó, inmediato, la ayuda a Marguerite. Ella muy satisfecha se enteró que existía Gustavo y lo invitó a un helado.

No darse ya es seguir dándose. Es dar nuestro sacrificio.

Desde aquel entonces comenzó una gran amistad. Gustavo no podía creer como la chica más guapa de la clase era su única amiga en el colegio. Con el valor que da el amor, un día Gustavo se arriesgó demostrarle con un regalo que siempre la había amado. Se presentó al colegio con una caja de chocolates. Todos se burlaron de él pero con la frente muy en alto la colocó en la mesita de Marguarite. Ella platicaba con sus amigas, al escuchar el escándalo, giró y se topó con un regalo en su mesa. Los calló a todos y aceptó con ternura el regalo que le daba su amigo. Disfrutaron de un día maravilloso. Ambos se comieron todos los chocolates hasta estar mareados de tanta azúcar, les dolía el estómago no solo de la comida, sino de la risas por lo bien que la pasaron.

Un niño es un rehén. La vida nos tiene atrapados.

Gustavo caminaba sobre las flores. Amanecía suspirando y soñando con su amor, su primer amor, su amor virginal.

Se llega virgen a todos los acontecimientos de la vida. Tengo miedo de no saber cómo arreglármelas con mi dolor.

Continuaron los días en los que el circulo de amistad de Marguerite se reducía a Gustavo. Marguerite había descubierto en Gustavo lo que los demás niños y niñas no tenían. Su percepción del mundo. Compartía muchas de las frases que solía usar Gustavo. Ambos amaban a Shakespeare y les encantaba releerlo juntos, comentarlo y ver películas sobre él.

En el avión, cerca de ti, ya no le tengo miedo al peligro. Uno solo muere cuando está solo.

Después de mucho tiempo, y de tantos regalos, Gustavo estaba decidido a darle un beso, no sin antes confesarle todo lo que sentía a través de una hermosa y larga carta de amor que más parecía un poema desplegable. Ese día llegó temprano al colegio. Marguerite no había llegado aún. La esperó impaciente. Cuando vuelvo a verte, todo se torna limpio. Acepto sufrir.

Sonó la campana de ingreso a clase, cuando apareció con sus compañera que desde hace mucho no frecuentaba por que rechazaban a Gustavo. Pensó Gustavo que, al pasar de largo Marguerite y no saludarlo, era quizá porque se había peinado esa vez y que no lo reconocía.

No hay nada más sucio que el amor propio.

Todos estaban listos esperando a la maestra. Gustavo se dirigió como la primera vez a la mesa de Marguerite y le colocó la carta en su mesa. Marguerite no tardó en darse la vuelta y la apartó hacia la esquina, casi cayéndose. Gustavo son su risa nerviosa y ante los ojos silenciosos de los demás, empujo nuevamente la carta, hacia el brazo de Marguerite. Ella giró con brusquedad y le dijo – ¡No! – empujando a la vez, el papel.

No hay amor desgraciado: no se posee sino lo que no se posee. No hay amor feliz: lo que se posee, ya no se posee.

Pasmado, Gustavo, abrió sus ojos preguntando qué le pasaba. Ella volvió con sus amigas ignorando por completo la presencia de Gustavo. La piel blanca de Gustavo se puso colorada de la vergüenza, por primera vez sintióse de verdad solo.

El amor es un castigo. Somos castigados por no haber podido quedarnos solos.

 – Marguerite, qué pasa – balbuceó Gustavo. Con unos ojos quemadores Marguerite puso punto tomando la carta y poniéndola en las manos de Gustavo, viéndolo a los ojos le dijo: – Gustavo, no -

¿A dónde huir? Tú llenas el mundo. No puedo huir más que en ti.

Gustavo no se quedó a la clase, tomó sus cosas y se marchó. Camino a su casa que quedaba muy lejos del colegio, lloró amargamente, pensando por qué su Marguerite reaccionó de esa manera si eran los mejores amigos. Caminó tanto, no deseando llegar a su casa, sino al fin del mundo. Cansado calló junto aun árbol y ahí lloró toda la mañana, todo el medio día, toda la tarde…

Hace seis días, hace seis meses, hizo seis años, hará seis siglos… ¡Ah! Morir para detener el Tiempo…

Entrada la  noche regresó a su casa siguió, mojó la sábanas de lágrimas toda la noche. Sus padres creyeron que estaba enfermo y por eso se ausentó. Reflexionó Gustavo y al tercer día volvió a clases.

Se dice: loco de alegría. También podría decirse: cuerdo de dolor.

Silencioso otra vez, volvió al colegio. Nadie se percató de su ausencia, ni siquiera que había vuelto. Se sentó de nuevo en el mismo pupitre de atrás y apretó muy fuerte la madera cuando Marguerite entró muy alegre con sus amigas y se sentó en lugar de siempre. Comenzó la clase, pasaron los días.

Todo, para todos, continuó igual.

Después de todo Gustavo siguió con su vida habitual, amando a Maguerite en secreto, naturalmente como lo había hecho, como lo seguiría haciendo toda su vida y cómo la recordaría el día en que escribió estando ya muy mayor, lo siguiente:

Aún me queda una sucia esperanza. Cuento a pesar mío, con una solución de continuidad del instinto: lo equivalente, en la vida del corazón, al acto del distraído que se equivoca de nombres y de puertas. Te deseo con horror una traición de Camilo, un fracaso junto a Claudio y un escándalo que te aleja de Hipólito. No me importa cuál sea el paso en falso que te haga caer sobre mi cuerpo.


viernes, 16 de diciembre de 2011

En un bolsillo del pantalón


En un bolsillo del pantalón
Hagamos nuestro Génesis.
Con los tablones rotos.
Con los mismos ladrillos,
con las dormidas piedras,
levantemos de nuevo nuestros mundos.
La página está en blanco: “En el principio era...“.
(Gerardo Diego)


Después de mi Performance: Antonia, me dí cuenta de lo mucho que he utilizado mi memoria emotiva, colaboró para la creación de las circunstancias, de cómo la adaptación y el ajuste nunca fallaron en el conflicto, de cómo, de repente todo se vuelve solo una excusa para hablar de mil cosas más, tan grandes y profundas, y de cómo a veces es necesarios retornar en vez de avanzar, ¿por qué no?, para descubrir hacia donde uno se dirige de verdad. - Cuando se pierde la dirección a donde uno se dirige, lo más recomendable es ver dentro del bolsillo -y leer la dirección nuevamente (encontrar lo más tierno, sincero y honesto que todavía perdura), ya que lo escrito, escrito está y es lo único que existe y nos recuerda, lo único que nos importa, lo demás es puro invento.


Esta es la dirección:
Una cinta, una taza, un zapato, un avión, un avión que conoce su destino - su pista, una  lámpara, reloj, lápiz, tinta, polvo, moneda, tijera. Tijera para cortar papel, tela, cabello… y piel. Pegamento para pegar papel, tela, cabello… y piel. Madera, plástico o de vidrio. Refrigerador que se abre y se cierra al ritmo de la música, la cocina con sus quemadores lista, la mesa, el plato, el ventilador que se mueve al ritmo del corazón. La cama que siempre espera con sus brazos de sábana y algodón, la  silla, la chapa, el pestillo, el pestillo de la chapa, el pestillo de la chapa de la puerta, un espejo, el perchero, la maleta, el estante, el tapiz, el cuadro, los discos los libros, la alcancía, la botella, la carpeta, la máscara, la plancha, el hilo, la bolsa, la carta, el teléfono, cualquier cosa, esa es la dirección, ahí está el punto de encuentro.
…En cualquier cosa estás tú…
En cualquier cosa está  Antonia
Y yo?
Aquí.









domingo, 11 de diciembre de 2011

DÍAS EXITOSOS



Una semana llena de mil cosas, trabajando para varios proyectos, estrenar mi performance, conocer gente, tratando de terminar la U, escribir mucho, etc.
Cuando al terminar una dura jornada de trabajo con el Ballet, un poco enfermo, adolorido y cansado.
Venir de Santa Ana a las seis de la tarde en el bus especial, en un asiento de dos personas, yo solo; muevo  un poco la cortina de mi ventana, con ganas de dormir y* veo  tras el vidrio tantas luciérnagas artificiales de los pueblos intermedios que podrían por lo menos dar una alegría artificial pero son opacadas por una hermosa luna llena que, ahí fuerte a frente, en todo el amargo camino, llora conmigo lo mal que la estoy pasando.

*y qué se puede hacer. Son días exitosos…


lunes, 5 de diciembre de 2011

al perder una agenda, esnifar una sábana

Esnifar en diciembre +perder la agenda

Crea de repente un sentido más caótico del cotidiano los planes se vienen abajo cuando de repente he sentido tan largo todo que todo me queda tan lejos la pureza del efecto crea un efecto perturbador alcohol tabaco barbitúricos benzodiazepinas hachís nitratos y bananas*  todo pierde su fecha su tiempo su raíz se vuelve olvido y no hay ni siquiera hojas en blanco para todos los etcéteras  de mi vida la señora barrera se acerca y se ve tan grande hola señora Barrera cómo ha estado quería preguntarle muchacho cómo se siente si ahorita mismo puede decirme si usted es el sujeto el individuo se siente sustantivo no no no yo soy quiero ser yo un adjetivo una preposición un pronombre simplemente no no no yo soy  ► : ♪♫♪ quiero ser una circunstancia de qué hijo circunstancia de tiempo de lugar de cantidad de estado de modo de compañía o de instrumento todas las circunstancias en la lista quiero ser solamente en un párrafo de po cas pa la bras y de po cas i deas y de p o c a s simplemente una lista de cosas que hacer en una agenda que quisiera recuperar
s
  u
     s s s s t a n c i a s
u n a   s  e  r  I  e
d e
c            i          r           c          u         n          s          t           a          n          c          i           a          s
por lo menos tener circunstancias…por lo menos escritas por cumplir…

* De repente siento que todo se vuelve más largo, más lejano, que me quedo en un espacio vacío y arenoso después de haber esnifado tanta sustancia y alejado un poco (al menos) del dolor, apretar fuerte la cama es solamente un reflejo de vacío que provoca la lista de cosas en la agenda que terminan perdiéndose en no sé dónde.
- SRA BARRERA: Aló muchacho que no piensa venir a tomar su puesto en la oración
-  YO: Lo siento me quedé dormido, es que…

jueves, 24 de noviembre de 2011

A lo Augusto Monterroso

Hablando con unos amigos sobre la protección de los animales dije indignado lo siguiente y luego nos reímos todos. Me pareció que era algo al estilo de Monterroso:


¡Es que, a los animales los tratan como animales!

jueves, 17 de noviembre de 2011

un mensaje

He planeado mi vida contigo, la he planeado, y espero que todavía haya camino que recorer, porque yo también tengo mucho silencio, y todavía mucha música para cantar. Distinto, pero dispuesto.

martes, 15 de noviembre de 2011

EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN

A lo Friedrich von Schlegel, Louis Aragón, Poe, Burchard y Yo, una nota sobre lo que tengo cerca de mis pulmones, y lo que estoy haciendo a un lado, el lado oscuro… y de cómo no dar juicios precipitados.

Estaba demasiado  cansado y tenía mucho sueño, me acosté aproximadamente a las diez de la noche. Me desperté sudando. Soñé que corría entre la nieve en medio de un laberinto pero Penderecki sonaba raro, alguien me perseguía con una hacha. Con una gran angustia, al despertarme, comencé a sollozar y me acordé que se parecía a mis convulsiones de pequeño y comenzó un ataque de asma que no pensaba parar, encendí mi lamparita feel-touch y comencé a buscar una pastilla de salbutamol que tenía en casos de emergencia como este, nada. Doblemente muy agitado. Primero, desesperado porque no tenía solución ni podía salir a una clínica como hace meses lo hacía en mi anterior casa. Nada, nada, ni nadie, tomé agua. Me dije: - Gustavo calmáte -. Decidí encender la compu, vi la hora, eran las 0:30 y no entendí, le di clic a la hora porque no sabía qué horas eran las 0:31, aparece el reloj de aguja de Windows y era las 12:32. Recordé cuando aprendí leer el reloj  de aguja a partir de que me pidieron en la escuela, hacer un reloj de aguja y mi mamá me ayudó, y tuvimos una discusión muy dura porque yo lo quería en cartón de un metro de alto y que fuera de péndulo. Ahí frente al reloj de aguja de Windows, supe, entendí, estoy solo.
Me agité mucho más, tocía, tocía y me volví a repetir: - Gustavo, calma (monólogo tierno, interior) -. Decidí mejor, ver la película El lado oscuro del corazón. Me negaba a verla (ya había hecho un clip-trailer de los que suelo hacer adelantando la película para saber si me gustará), me negaba porque está realizada-inspirada en varios poetas, entre ellos Mario Benedetti, y su poesía no me gusta. Pero como sería una larga madrugada y además escucharía la poesía de otros poetas que sí me gustan; Benedetti, al igual que mi asma y otras cosas, no se merecían atención. Sorprendióme. Mi agitación no paró pero de repente mi concentración ya no estaba en el tiempo, ni lo corto del ingreso de oxígeno a mis pulmones, ni el miedo o delirio de persecución por el sueño que por cierto era la segunda vez que lo padezco, ni en relojes de  agujas de péndulo, ni en otras cosas. Sorprendióme, porque habían esculturas de Hugo Soto, y me encantan, porque Martha Serrana Lima canta al final y un tal Carlos Blanco inventa la cama que es un elemento visual muy poético; pero sobre todo, a pesar de haber escuchado la poesía de Oliverio Girondo, Juan Gelman, sorprendióme la participación real en la película, de Mario Benedetti que hablaba (recita) alemán, y sorprendióme más un poema que tocó más allá de mis pulmones agitados y miedosos. Tocó lo que estoy haciendo a un lado, y no precisamente a un lado oscuro del corazón. Este es el poema, para mí:

                NO TE SALVES
No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no quieras con desgana, no te salves, ahora, ni nunca, no te salves. No te llenes de calma. No reserves del mundo tan solo un rincón tranquilo. No dejes caer los párpados pesados como juicios. No te quedes sin labios. No te duermas sin sueño. No te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo, no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo solo un rincón tranquilo y dejas caer los parpados pesados como juicio y te secas sin labios y  te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino, y te salvas… entonces…
No te quedes conmigo…
                                                                                                              M. Benedetti

Moraleja, DEJAR de hacer esos clip-trailer, leerme lo que no he leído, para no dar juicios precipitados, tal como me paso con el nuevo helado de la nevería que trae una dona encima; comprar mi inhalador o más pastillas, o no sé… (soy malo para las moralejas, ni sé porque estoy tratando de escribir una). Lo que puedo decir es que, este poema me gustó mucho igual que el helado con dona. Amanecí escribiendo esta entrada, un poco menos agitado… reflexionado mucho, en la película, de mi vida (esto último suena cursi, clicheroso y kitch, pero es cierto, reflexioné).
Apagar la compu, subir a la terraza y dejar que el sol me vea, sin aire, ojeroso, pero que me vea. Lloroso, pero que me vea… …Llorar a lágrima viva, llorar a choros, llorar la digestión, el sueño, de amabilidad y de amarillo, empaparme el alma, inundar las veredas y los paseos, asistir a los cursos de antropología y llorar, llorarlo todo pero llorarlo bien, llorar por la nariz y la rodilla, llorar de flacura, improvisando, de memoria, de asma, llorar todo el insomnio y todo el día.

viernes, 11 de noviembre de 2011

A USTED, A PESAR DE LAS DIFERENCIAS



Esto va para usted que le gusta tomarme fotos, para usted que corre conmigo, que acelera porque su vida siempre es agitada, que últimamente se desvela conmigo, escuchándome, riéndose de mis locuras y de mis inventos, de los muchos sketchs, shows, marionetas, saltimbanquis y mimos. Que presta mucha atención a las cosas serias que digo, de los sueños que me despierta y que comienzo a escribir impulsivamente. Usted que en las frustraciones y desatinos viene, me abraza y me dice que todo estará mejor, que cree en mí como nadie lo hace, que me levanta del piso donde estoy desvanecido, no importando donde. Que entiende que odio al mundo y que el mundo me odia más.  Usted, que a pesar de las diferencias, a pesar de que va por un rumbo distinto, usted que a veces no entiende lo que digo y que mejor calla escuchándome, usted que si es verdad, viajará conmigo próximamente, usted que no necesita ser más o menos parecido a lo que buscaba, usted que con su inocencia lo llena todo, usted que con sus oídos hablas más de lo que espero, que sabe en el momento preciso, en el momento exacto, visitarme, darme un abrazo, verme directamente a los ojos y llorar conmigo. Esto va para usted, a pesar de que no tiene claro lo que quiere, su única certeza soy yo, y que cree que sigo siendo en esencia el mismo, al haberme encontrado otra vez, en el camino, en el bus, en el blog, en el olvido un tanto distinto, a lo mejor, quizás un poquito más líquido. Usted que hace mucho tiempo no veía y siempre hubo un espacio allí para mí, y aquí el suyo, usted, que tiene un tiempo eterno y a pesar de eso, no sé su edad. A usted, que ha regresado a mí, con mucho polvo, con su ropa un tanto desteñida, con el cabello distinto, con una sonrisa,con una vida mejor de la que tenía, con mucha expectativa, que baja sus maletas, llenas, de cosas, nuevas.

A usted le doy este espejo, para que cada vez que se vea se acuerde de mí… porque yo también siento lo mismo… A usted que me visita nuevamente después de un largo tiempo y que a pesar de lo que he sido, vuelve a lavarme la cara con un beso… en suspenso…  desnudo su presencia recibo, para que en la noche alquilemos un cielo y en la cama, juguemos a ser ciegos.

lunes, 31 de octubre de 2011

Porque Liliana Felipe me canta a mi

Uno se hace una historia de papel
para doblarse chiquitito y llegar a donde estás, donde estás.
Uno inventa un domicilio, algún lugar donde pueda imaginarse que tus ojos leerán o mirarán.
Un alcanza alguna nube para andar y subir bien alto echando besos que quizás, te rozarán, me rozarás.

A nadie le gusta que te estés quedando sola
son tristísimos los vientos sin gorriones
de tu silencio crecía una margarita, para la niña bonita, para tu pueblo bonito

Uno llena el calendario de algodón,
para apagar el ruido de tres años tristes sin tu voz, sin tu voz
Uno espera en cada esquina oler tu olor y con mis manos des bien fuerte ante mi puerta y yo te abriré, te abriré

A nadie le gusta que te estés quedando sola
Son tristísimos los vientos sin gorriones
De tu silencio crecía una margarita, para la niña bonita, para tu pueblo bonito
De tu silencio crecía una margarita, para la niña bonita para tu pueblo bonito

Uno se hace una historia de papel
Para doblarse chiquitito…


lunes, 24 de octubre de 2011

DOMINGO DE ORDEN


Domingo de orden: encuentro, entre tantas cosas, con una foto cuando soñaba con algo más o menos parecido a lo que tengo hoy (dicho, sin ningún matiz de orgullo).
Hace algunos meses que me mudé de casa, porque quería hacer un cambio en mi vida y hasta hoy ordeno y limpio un espacio donde guardo quizá no lo más valioso, pero si, cosas muy significativas. ¡Qué bonito es limpiar! porque uno recuerda cada cosa con cada uno de los detalles, muchas de esas cosas tienen polvo, se limpian y se vuelven a guardar, otras simplemente se botan, como en  la vida misma. Esta son algunas de las cosas encontradas, que por ahorita pienso dejar todavía y otras que, no menciono porque se van a la basura. Y aprovecho para invitarlos hacer limpieza en sus gavetas también…
Libretas pautadas de mis clases de música, mi primera agenda y todas las que he tenido, mi primera libreta de ahorros, algunas facturas, cuadernos de clases, discos de música, de fotos, de videos, de porno, entre ellos un disco de carbón de Chaikovski; libretas de apuntes, de ideas y poemas, citas de autores, números de teléfonos; fotos de mis primeras presentaciones de teatro con muy mal  maquillaje (muy mal todo), foto de la mi graduación de bachiller, foto y reportaje de mi primer premio literario, notas que nunca debía olvidar, cosas que hacer en la vida antes de morir,  como mi check-list sexual y mi check-list de países a visitar y mi check-list de comidas y licores, cantidades de diplomas, mi primer carnet  de promotor cultural, la primera y única vez que modelé para  una revista, la única foto que conservo en una revista  de mi primer amor; una foto sentado en la fuente del Palacio Municipal de Santa Ana con amigos que extraño  mucho, muchísimo (de izquierda a derecha, Felipe, Jesica, Silvia, Evelyn, Adriana, Yo y Julio); una nota muy poética sobre mi espectáculo de graduación como Actor, una foto de una revista donde aparecí desnudo y no me avisaron lo cual me sigue molestando porque se me ve todo el pito; la invitación a mi primer espectáculo“amateur” y la invitación a mi primer espectáculo "profesional”; tarjetas no entregadas de mi antepasado cumpleaños con los respectivos nombre de los invitados; unos juguetitos, un soldadito, una conchita, una cajuelita, una nota, un pedacito de tela; separadores de libro que siempre me gustaron, mi primera declaración de renta, muchas tarjetitas kitsch de esas que venden en los buses con sus respectivas dedicatorias, dos sobres con cartas que nunca entregué, y que nunca las entregaré; mis primeros colores, los que me compró mi papá y que nunca he vuelto a ver en tiendas; un papel de regalo, color azul, donde venía un libro de Tennessee; una llave, un sobre de cartón, que era un regalo compartido donde venían dos libros; la factura de mi primera plancha, por eso de las garantías (aunque ya está vencida); la factura de mi último celular, y la factura del último chip que me regalaron, una foto en México, una concha de las playas de Nicaragua, un pito de Guatemala, una tarjeta navideña, un lanza burbujas, el lapicero que un niño me regaló, de los que él vendía y que me hizo llorar en un comedor del centro; tarjetas de invitación, la bolsa de los lentes de  mi primer película 3D, un par pestañas postizas, un tirro de corazoncitos, la bolsa de mi grabadora de periodista; un pulmón (un aparato que se adapta al inhalador) para emergencias por mi asma, un pedazo de billete de dólar, una carta de amor de tres páginas, donde al final hay un post data, que dice: y burbuja; un broche, unos lentes, monedas, unos billetes de mentira, la tarjeta de los Narigudos una obra para niños, el Carnet de un Clínica, un libro que ni me acordaba que lo tenía, un preservativo, un hilo rojo que prometí no quitarme;  una lupa, la factura de un restaurante, una pajilla con forma de pene, una flor seca, un anillo, poemas míos y de otras personas, una bolsa de papel que tiene una  gran G rosada algunos, botones, una manta y un pincel.

martes, 18 de octubre de 2011

ANTES DE DORMIR







Suena Father Lucifer  de Tori Amos, pienso en su complicada vida, de la vez que la violaron por su imprudencia, amenazándola de muerte. Tori seguramente aprendió de la experiencia, que los deseos pueden convertirse en pesadilla. Veo el techo, suspiro, veo la pared y pienso que me hace falta no solo una repisa que poner para que ocupe espacio en mi cuarto, me pregunto cuáles son mis limites, los límites del deseo y si éste tiene límites. Vuelo a pensar en Tori y de lo mucho que tenía de no escucharla, pienso en su pelo rosa  y siento mi sábana, rosa. El frío se disipa y el calor me desnuda. Un dolor trémulo en la espina, imágenes, luces, colores vienen, cambios, cabellos, lunares, la vuelta al mundo, el deseo, el suspiro, el ambiente. Amos sigue cantando y su piano aumenta en agilidad. Yo, agito también mi respiración, las teclas del piano, mis costillas. Ahí conmigo, Tori Amos que se acerca, me besa, me abraza, la abrazo y comenzamos a danzar, escuchando nuestro canto, viéndonos mutuamente si decir palabras. Con mucho miedo me rozo, me muevo y canto también. Me rio nerviosamente y es como la primera vez que bailé a mis cuatro años con una chica, quería que fuera así, así lo es, como la primera vez, temblando. Se escucha Crucify, continúo aunque vacilando torpemente, mis manos, mis pies, mis orejas, mis ojos, mi cabello, cantan todos, teclas del piano, entre lo azul y lo verde de las paredes. Continúa Profesional Windows y pongo en práctica también mi profesión, comienzan a moverse los libros, la ropa, bailan como ritual, el ventilador gira y la luz se apaga y se enciende, se levantan las cosas, se toca, se rozan, se enredan. El espejo cae, se quiebra y los pedacitos en conjunto con la luz parpadeante hacen una discoteca. Al siguiente track los papeles vuelan, los cuadros se acercan a mí, disco eterno  toca mi pecho y dejo que la foca descanse sobre  la roca,  y que se abre una puerta, los colores se salen, los veo, no es mentira, los veo, de verdad, los veo. Estoy levitando y las telas, las luces, los objetos giran a mi redor. Grito, se abren mis poros, se abren tanto que comienzan a salir mis vísceras, la sangre, el agua, los huesos; me desprendo, me desvanezco. God, Tori Amos está ahí, yo estoy, existo, puedo volar, soy invisible. Me and a  Gun. Conmigo, con ella, que no dispararé,  que no puedo, que no funciono, que no disparo, que no debo, aunque quiera. De repente no veo más, el desprendimiento me ha desorientado. No comienzo a entender. Sigo  permitiendo que la música haga de mi lo que se le antoje Silent All These Years. Las palabras, los tonos y las melodías se comienzan a deformar, mi pálpito retrocede, y mi lengua lame mi lengua entrando en mi propia boca, mis ojos se une, mi piel está rozando la pared, pierdo sensibilidad, la conciencia, el sentido, la razón.

Estoy a oscuras, parpadeo porque breves destellos me impulsan, y ella se va, se va lejos, se fue, o yo me estoy quedando dormido, es el silencio. Abro bien los ojos, ella ya no sigue sonando y todo está como lo dejé, estoy como me dejó: completito, intacto, inmóvil.  Acostado, viendo eso destellos, que son unos pedacitos de espejo furtivos, que vuelan de regreso a su marco, la lista vuele a sonar otra vez, pero apago el “reproductor”. Mejor me duermo y comienzo a soñar con la realidad. 

miércoles, 12 de octubre de 2011

Una foto con nota



He deseado estar tranquilo, estático, lo he intentado, hacer un poco de yoga, respirar tranquilamente, caminar despacio, caminar mucho, pensar, escuchar, estar sentado en mi cama observando cada una de las cosas con sus calcetines puestos, lo he hecho. Como también he corrido mucho, caminado por toda la  ciudad (a veces de madrugada) mojado por la lluvia y mojado en lágrimas (el único baño), fumar tantos cigarros que ni me acuerdo, intentar lavar platos o mi ropa, o hacer algo que me ocupe, tararear lo poco que me acuerdo de la música que algún día tuve, soñar con alguna película que vi, leer o fingir leer en un parque, ver la comida y vomitar, hundirme en las sábanas, todas las que tengo, escuchando el goteo y alguno que otro auto pasar, pensando en que es momento dejarlo todo y volver donde no me esperan, donde se oculta el sol, donde yacen recuerdos de los cabellos rizados de una mujer que me parió. Salgo de entre las sábanas, al medio día y estoy desorbitado, me veo al espejo, una barba tan grande que recorre las aproximadamente 90 gradas del edificio, hasta el suelo y luego pasa por los girasoles hasta allá, envolviéndolo todo, como una enredadera, injertada al suelo, a las alcantarillas, a los árboles, los pájaros hacen su nido, y la gente no se sorprende, no me detiene, no me avisa, soy todo barba. 

Vuelo a despertar (4:01 a. m.), me veo al espejo, tomó lo que no me pertenece lo embolso, hago una nota y la  coloco en una foto, me pongo ropa deportiva salgo corriendo sin pensarlo, hasta cansarme, hasta tener cólico, hasta sudar lágrimas, hasta vomitar lágrimas deteniéndome en un árbol, arrodillado, agotado, solo, sin que nadie me vea, y de repente veo hacia arriba y no tiene hojas sino restos de mi barba. Llegadas las seis, tomo la foto y la imprimo.

- ¿A colores?- No,  en escala de grises por favor.

jueves, 6 de octubre de 2011

Calvin y Hobbes

CALVIN Y HOBBES



La vida está llena de posibilidades

¡Por ejemplo ahora mismo, en lugar de esperar el ómnibus del colegio, podría hacer señas con el pulgar, conseguir un viaje y pasar el resto de mi vida en el seregeti emigrando con los Ñus!


El  seregeti está en Africa, no podrías pedir que te lleven allí

La vida está llena de posibilidades imposibles

martes, 4 de octubre de 2011

risas sobre mí




Hace mucho que quería hacer esta entrada, pero algo me detenía, seguramente por miedo… miedo a recordar. Pero ya que, de un tiempo hacia aquí me burlo mucho de mí, la publico para burlarme del recuerdo, pero sobre todo para reírme de cómo era yo, y por supuesto para compartirlas con ustedes y se rían conmigo (las dos primeras hechas, seguramente en Foto Flores). 

Tres fotos, la primera de cuando tenía doce o trece años y terminaba noveno y es la foto más vieja que conservo, la segunda de cuando tenía quince y salía de bachillerato (ambas están en mis documentos (títulos) de graduación de su año respectivo) y la última hoy, que tengo 26 y escribo esta entrada.

Noten ustedes que en la primera (donde no me peinaba) parezco “empachado” o enfermito de algo (que por cierto años a tras mientras estuve en el hospital gracias a mis constantes ataques de asma, mi mamá decía cuando salí del hospital, que los doctores me habían “adelantado”, nunca lo entendí, porque más bien parezco retrasado, y eso que para la foto me quité las gafas ). La segunda foto (me peinaba con gel la ola) ya me veo, así como “recuperadito”, tal como lo dice la gente al ver a un niño cachetón. – bien sanito te ves ahí (esto siempre me dió risa) – decía mi tía Tita que estaba en los Estados Unidos y que me mandó el traje de graduación, que por cierto me quedó muy grande, la foto no miente. 

Mientras escribo y veo estas fotos, recuerdo, vuelvo a vivir, y una que otra lágrima intenta quitarme la posibilidad de que hoy me ría de todo mi pasado. Ahora estoy así, como en la última, y podría decir que lo más evidente que ha cambiado, a parte de los peinados, es el color de la foto. 

¡Chistoso no!