sábado, 1 de diciembre de 2012

La educación nos ha fallado



Estoy calificando (o más bien intentando calificar) a mis alumnos de Artes Escénicas de la Escuela de Comunicaciones en la universidad donde doy clase, y no puedo calificar su último parcial.

Todos los criterios que puse en el test no son válidos. La pedagogía creo que ha fallado. Mis conocimientos sobre evaluación de los aprendizajes se han venido abajo. No solo se me viene todo, sino la evaluación como tal no tiene validez.


Ayer se presentaron en el Teatro Nacional de Santa Ana con un montaje de la obra Funeral Home del salvadoreño Walter Béneke en el que me sentía responsable de instruirles sobre el arte teatral y el arte de actuar. Esta obra significaba un gran compromiso por varios sentidos. En primer lugar, porque es una obra densa y por que tiene una estructura muy compleja donde en poco tiempo no era suficiente para asimilarla. Lo segundo, es que, es de un salvadoreño y un buen dramaturgo, quien creó la posibilidad de formación artística real en el país, es decir, creo el primer bachillerato en artes de donde los grandes del teatro salvadoreño estudiaron. Bueno, el punto es que estaba seguro que la camisa nos iba quedar grande y nos arriesgamos. Cuando uno se arriesga, o gana o pierde, solo tiene dos opciones. Lo importante ahora, no es hablar sobre el montaje, sino de mis alumnos y sobre la educación.


Como se imaginarán, teniendo en cuenta tanto elemento que los involucraba, en cuanto al tiempo, el espacio y sus capacidades (algunos era su primera vez). Todos de alguna manera se esforzaron, sobre todo los últimos días. Yo simplemente observaba, prestaba suma atención a sus comportamientos con respecto a la obra, su preocupación, su entrega y sobre todo el trabajo en equipo. Claro que muchas cosas no salieron como deseamos o como yo les dije que tenían que salir, pero en general era evidente que estaban dando lo mejor de ellos.


Por eso digo, los criterios de conceptual, procedimental y actitudinal ya no son válidos, es decir limitan al ser humano y éste es mucho más complejo, es más variable, es muy indescifrable. Cómo los voy a calificar si hay mucho elementos que no pueden ser calificables, que no tienen número, y que por consiguiente validan el hecho de que los seres humanos sobre todo en este tipo de actividades no somos un número, no los puedo encasillar. Para mi todos tienen 10 o no sé qué número, todos se esforzaron, todos sufrieron saber qué es estar en la tablas frente al gran monstruo que es el público. Ni aunque se les hubiera olvidados su parlamento, ni aunque el sonido halla entrado antes, ni que no estuvieran listos y el público estuviera esperando ansioso, y así, aún no se pueden limitar a un número todo la experiencia, es decir, el verdadero premio o calificación es la que ellos mismos se dan, es la experiencia misma. En fin, creo que cualquier criterio se queda inválido por que no logra definir o identificar al ser humano que se entregó, que por un momento estuvo vivo allí frente a otros. Por mencionar un ejemplo de un alumno que se retira de la universidad y aún así se presentó para hacer los suyo dentro de la obra, qué tendré que decir yo frente a esto: nada. Calificarlo sería perderle, sería descalificarlo, anular su existencia como tal, su brillantez y su responsabilidad y eso no es nada cuantificable.


Claro que todo esto responde a muchas cosas, es decir, a un sistema que te selecciona aunque los/mis alumnos, ni uno es más que otro y ni uno sufrió menos que los otros. La educación por consiguiente es parte y aparato potente de ese sistema que nos clasifica que nos discrimina o nos acepta y es por eso que la evaluación se vuelve una arma súper afilada por parte de cualquier docente. Y como los estudiantes poco reflexionan, mucho se gradúan sin darse cuenta que tener 10 o 6 no significaba nada. Pero este sufrimiento se debe también a que las instituciones educativas ponderan al que tiene 10 mucho más que al que tiene 6, o en su efecto destructor, eliminan al que tiene 5 y no se puede superar. Entonces esto conlleva un trauma para el joven cuando tener un 5 de nota no significa más que nada. No es malo tener un 5, nunca.


Concluyo que todos somos distintos, y las capacidades que tiene uno puede que no las halla desarrollado el otro y ni siquiera debe desarrollarlas si no quiere. Somos distintos y esos nos hace hermosos seres humanos. No tenemos por qué ser igual a otros, tenemos que pensar como nosotros y desde nuestra filosofía. La educación intenta uniformar y por eso tiene como herramienta la evaluación y entonces se vuelve muy agresiva y comienza a tener validez "el mundo sin escuelas (Ivan Illich)" y pienso es la capacidad autodidacta donde es posible de verdad el aprendizaje significativo, es decir lo que de verdad a uno le interesa saber y estudiar. Pero cuando esto sea cierto, yo ya no estaré dando clases o ya no estaré vivo; bueno, si es que llega a suceder. Contra una estructura tan arraigada como el estado y la educación un individuo en la nada como yo... (una golondrina no hace verano) es mejor darle un 5 para eliminarlo.


La educación nos ha fallado, es una mentira.


Y aquí estoy, como parte indiscutible de eso que llamamos "educación para la liberación, para crear cultura, ciencia, etc", violándome a mi mismo, intentando poner una calificación, un número a mis alumnos aunque me niegue. Por que soy parte de toda esta miasma y soy también un asesino de sus individualidades.


Perdónenme mis queridos compañero, mis alumnos, perdonen lo mal docente que soy. Perdón por ponerles una nota.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Fresca para la fiesta

Como ustedes saben, me encantan los fenómenos mediáticos y me picaba la mano para escribir sobre ésto. Estando en Costa Rica, en el reciente viaje que he realizado, estaba en los días que visité ese país un relajo por la llegada de Lady Gaga de la que no soy fan pero que en más de alguna vez he escuchado (es más, tengo sus discos, como los de otros peores "artistas"). Puesiesque, el mero día del jelengue, el tráfico y tanta cosa alrededor de su llegada, que claro se convertía en el encuentro centroamericano gay del año en ese país, por que abundaban las mariposas por todos lados. Muy lindo todo, muy colorido. A pues, lo que de verdad me sorprendió entre tanto disfrazado fue este chico que un gentío y hasta las cámaras de televisión tenían rodeado. Un transformista que a mi parecer había logrado hacer un verdadero performance artístico, confeccionando su vestuario de carne de verdad. Imaginen qué tipo de fan, imaginen ese chico trabajando desde la mañana por ir a comprar las tantas libras de carne (solo me acordé de la Agrado, el personaje de Almodóvar cuando le preguntan si el traje que lleva es Chanel auténtico y contesta de que no, por la pobreza que hay en el mundo, exactamente en el momento en que una señora dijo - con toda esa carne como el mes-). Yo sí me imaginé al chico hilvanando sobre la carne y forrando su vestido y los zapatos y hasta su cartera, además de llevar un lindo toque de carne obviamente, en la cabeza forrada con su peluca sintética y blanca que resaltaba con una pluma de ganzo rojo sangre. Arriesgado, de verdad un "little monster" como suele llamar la cantante a sus seguidores, incluso más que ella [si captan es una emulación del que ella tiene pero de carne falsa]. A mi parecer él es mucho más genial que la propia Gaga. Por otro lado hasta pude imaginarme que si no lo hizo en la mañana de ese día, seguramente si lo hizo en los días anteriores, lo habría puesto todo el vestido a refrigerar, ¡Claro! para llegar fresca. Y si por un momento se me cruzó pagar la entrada para ver a Lady Gaga, tuve suficiente con verla a ell@ que era más espectacular. Y punto.

jueves, 18 de octubre de 2012

Uno de esos días, inevitablemente...

Puff. Ya tenía mucho de no escribir aquí.
Me estaba reservando el espacio para hacer un resumen de algunas cosas.
Ahora, fue inevitable.
Ya había apagado la máquina.
Me puse la pijama, me acosté dejando la alarma lista.

Allí, mientras escuchaba un perro ladrar
y con un dolor en el pie, porque me lastimé en las gradas...
Sentí una sensación, entre hambre, ganas de vomitar, incomodidad en el diafragma.
Algo me dolía y no era físico.
Los recuerdos.

Salí un rato a tomar aire, sentía que me faltaba. Comencé a necesitar todo eso que me faltaba. Caí decepcionado ¡en lo que me he convertido! Uno de eso días dice Truman en Desayuno en Tiffanys que no son oscuros, sino...
Dialogaba conmigo. Resentía. Y necesité caminar, caminar mucho, aunque sabía que era peligroso y no lo hice.

Ahí estuve, enfrentándome.
Recordé frases escritas sobre un papel de vidrio.
No pude más y caí.
Caí de golpe y me atreví a escribir.

Y lo escribí todo, lo dije, lo vomité.
Absolutamente todo salió con una fuerza de hidrante, con putiadas, con gritos, con espacios y espasmos, con vísceras.

Hasta romper el papel y quedar totalmente cansado para poder ahora sí, en vida, descansar en paz. Espero que haya servido.

miércoles, 27 de junio de 2012

lunes, 28 de mayo de 2012

El teatro del espejo ¿qué clase de persona eres?




En homenaje a la película Persona de Ingmar Bergman aún sin haber visto, de él mismo, Como en un espejo. Y a pesar de que, en Hamlet ya existía el “teatro dentro del teatro” establecido oficialmente más tarde como una característica estética del teatro de entre guerra especialmente en Italia. Teatro  dentro del teatro, teatro dentro del cine, meta-teatro (a pesar de Chéjov), meta-cine (Bergman y Godard), persona con personaje y personaje con persona y personalidad con identidad y realidad con ficción y…

-          El Padre:      Para mí, todo el drama está en el convencimiento de que cada uno de nosotros
cree ser siempre el mismo. Y somos uno distinto, con cada persona nos hacemos la ilusión de ser siempre el que creemos ser. Nos equivocamos…”
-          El hijo:          ¿Pero todavía no se han convencido de que no pueden interpretarnos? ¡Sus
Actores, solo ven nuestra apariencia! ¿Creen ustedes que se puede vivir delante de un espejo que, no contento con apoderarse de nuestra imagen, nos la devuelve tan ridículamente desfigurada que nosotros mismos no la conocemos?
(Seis personajes en busca de un autor)

                                                                                                                                              …espectador con actor, y cine con la realidad y realidad con el cine, el cine con el teatro, teatro con el cine, el actor con el director, el director con el actor, el director con el cine y con el teatro. Lo teatral del espectador, el director y el actor grabados por una cámara. La vida del actor con su personaje y su personaje creado a partir de su vida, y los personajes no son personajes sino la vida de los actores, y los actores en los personajes, la vida de los espectadores, la realidad con la ficción (Lope de vega y Calderón de la Barca) ¿qué clase de persona eres?. La vida es sueño y el sueño invade la vida, la fotografía y el despertar. Pido perdón por confundir el cine con la realidad (L. E. Aute)… ¿Eres persona, o, solo un personaje que está siendo muy mal interpretado por el actor que eres?

Orestes, que ha llegado a tierras de Argos con su amigo Pílades, dispuesto a cumplir la venganza que le impone el mandato de Apolo, se encamina a casa del labrador, donde ha oído que mora su hermana. Presentándose ante ella como un amigo viene a traerle noticias de su hermano. Éste acude a un aciano para pedir provisiones y trae una inquietante noticia para Electra: en la tumba del Atrida ha encontrado un cabrito degollado y un bucle de rubios cabellos. Y es en ese momento en que Electra planea la venganza. La actriz gira frente a la cámara, sobre el teatro y con la luces de fondo; es Electra manifestada en el rostro de Liv Ullmann (Actriz de Persona) cuando se entera que ella, no es ella sino Electra y Electra no es Electra sino ella [en mitad de la obra se quedó en silencio y miró alrededor sorprendida, pareció callada durante un minuto… después se excusó diciendo que no podía contener la risa], y su Deus ex machina viene a continuación vestida de blanco: Alma, su alma (Bibi Andersson).  Ahora su Deus ex machina no es como en Electra, sino el silencio y la ausencia, la inexistencia, la brutalidad y la imposibilidad. Dejar de Actuar para vivir. Se encuentra con su yo en un aislamiento y el descubrimiento de qué clase de persona es, o pretende ser. 

“Cuando uno vive, vive y no se ve. Ahora bien, haced que se vea en el acto de vivir, presa de sus pasiones poniéndolo frente a un espejo: o queda atónito o desconcertado ante su propio aspecto, o desvía la mirada para no verse, o, indignado, escupe a su imagen, o levanta aireadamente el puño cual si fuera a destrozarla. Y si lloraba, ya no puede llorar y, si reía, no puede ya reír. De esto deriva a la postre, forzosamente, una desventura. En tal desventura consiste mi teatro”.                                                                                                                          
 (Luigi Pirandello)

…Y tenemos ante nosotros los dos rostros el de Bergman y el de Pirrandello…el de Elizabeth Vogler y la hermana Alma, el de Liv Ullmann y Bibi Andersson y el del niño y el mío, el espectador. Tenemos el espejo. Porque, cada ser es uno sino muchos. No somos ininterrumpidamente los mismos; somos “Upocrites” es decir Actores, el que se esconde tras la máscara, como significó el término en vocablo griego.

martes, 22 de mayo de 2012

...como un día de enero



Camino nuevamente. Pasaron por aquí con sus sensores. Se arrastraba, ligada, intencionada, pútrida una vaca en la ciudad. Tres personas corren por las calles, desesperadas. Una de ellas cae, es un niño y nadie se detiene a ayudarlo, los otros dos siguen sin parar. El niño mira el cielo con su iris fijo. No hay sol. No sé dónde estoy y la neblina no deja ver horizontes. El  suelo  está húmedo y hace calor. No hay más árboles. Queda el esqueleto de un pájaro carpintero que nunca logró hacer un hoyo en una farola. Huele a moho. Hay varias manchas  de sangre en los parques, en las aceras. Incontables son las cárcavas como cráteres. Un cable eléctrico tira chispas. El bulevar silencioso y algunas máquinas de los juegos de niños, en los centros comerciales, todavía se mueven y hacen su musiquita de Disney. Otra máquina que pesaba a las personas, habla diciendo: bibibienveeeenido, coooloca una moneeee, biiiieeeenveni colooo, biiien bieeeen nedaaa cooolomoneda. Los cajeros, las luces, los parlantes, los anuncios y los semáforos están apagados. Vidrios rotos, unas cuantas cucarachas y maniquís intactos, humo, humo, humo. Alguien grita. Disparos como si fuera el primero de enero. A lo lejos también, se ve que algo brilla, es una botella de vidrio. Hay edificio más alto que yo. El volcán tiene una rajadura hirviendo y las casas se han ido bajo tierra.  Un día, me acosté temprano, a la mañana siguiente no había luz y olía a pollo quemado. A salir de mi casa vi las llamas de una montaña de personas. Eran ellos. Dormí demasiado. Me hace falta un ojo y mi pierna derecha es mecánica. Este día me levanté temprano nuevamente y, camino buscando tu casa, te busco. Sé que vives, solo lo sé.

martes, 10 de abril de 2012

El mar es, un gran ojo triste.


Los hombres, afilan sus herramientas, desenredan las atarrayas. Los hombres morenos del sol. Hombres con piel brillante. Hombres que empujan sus lanchas. ¿De qué vive la gente de éste lugar? Pescan. - por la blanda arena que lame el mar- . Ellos afilan sus cuchillos, ensangrentados de sus ropas sacan lonjas del mantaraya, otros lavan, quitan las escamas. A dos dólares, a dos dólares el boca colorada.  Hay pescado secándose en las rocas, embadurnados de sal. – Me da la impresión de que son cadáveres como las imágenes que he visto sobre la segunda guerra mundial -. Mi único acercamiento con el agua, cuando de verdad me siento parte de ella, es cuando voy a la piscina todos los días. Me levanto temprano, llegó y pongo mi bañador, hago un breve calentamiento y me sumerjo. Desaparezco. 50 kilómetros para llegar a la otra orilla, y sentirme orgulloso de mí. Avanzo siguiendo la línea azul de los azulejos que están abajo. Avanzo con las piernas, respiro en la brazada derecha, me coordino con la izquierda, soy agua. – Lo más importante en la natación no es cuánto avanzas, sino, con qué calidad lo haces, lo importante es relajarse –. Relajarse implica ir con el agua, ser ella.  Desaparecer. Cuando nado, todo mi cuerpo está concentrado en una sola actividad, es por ello que mi mente se ocupa de muchas cosas. Respiro. Tomo aire por la boca y hago burbujas con la naríz. En el puerto, las mujeres venden calamares, langostas, cangrejos, conchas, tiburón, etcétera. Aquello está impregnado de sal y sangre. Todo es húmedo. Yo me tomo fotos, con mi bronceado, con mis gafas, y veo un barco, un helicóptero, vea la gente. Ellos (los pescadores) preparan sus lanchas, se aproximan y bajan al mar. Otros suben y traen la pesca, la ganancia. Hombres que le arrebatan al mar lo que le pertenece, y es por eso que de vez en cuando el mar se venga y nos arrebata a un hombre. Mientras otros bailan degustando de un platillo de langostas y filetes de res, pagando por que un conjunto musical toque sus canciones favoritas; otros buscan desesperados que un amor se le ha ido. – Yo le llamaba, le llamaba. Luego me dijeron que estaba desaparecido -. Cuando nado todos los días en la piscina, desaparezco. Te vas Alfonsina vestida de mar, que poemas nuevos fuiste a buscar. El mar es, como un cielo caído. La madre de Ulises ya no espera como Penélope, camina en busca de su hijo, camina hacia el horizonte del mar, se va y solo queda sobre el agua su velo mientras Penélope desesperada la ve, a la orilla de las olas. En la piscina el agua es estática, está muerta. En el mar el agua se mueve ¿por qué se mueve el agua?, porque está viva, porque el mar está vivo. De repente las olas son más fuertes y el guardavidas anuncia con su silbato que la gente debe salirse porque es la hora en la que la marea sube, pero la gente no entiende cuando se divierte. – “La gente está sentada tranquilamente, tomando el café mientras observa su televisor donde transmiten las estadísticas de los muertos… y siguen tomando el café tranquilamente” -  (Alejandro Casona “La Barca sin Pescador”).  Tres muchachos, hermosos muchachos, jóvenes, vivos, entran al mar, dos de ellos se salvan, el otro, desaparece.  – Hay marea roja - ¿Por qué el mar se pone rojo? No hay otra explicación, es sangre. El mar llora sangre. Está cansado, está furioso. El mar, no es “El mar” es “La mar”; porque es mujer, porque es madre. La mar sangra como una mujer en su periodo, llora como una mujer que ha perdido a sus hijos. Y se venga como una madre furiosa.
La mar es más inmensa que la tierra. ¿Y si me voy en esa dirección, recto, hacia el horizonte, voy a dar a Japón? …una voz antigua de viento y de sal, …Y te vas, más allá, como en sueño Alfonsina, vestida de mar… El mar es un gran ojo triste, de madre. El mar es un cielo caído, a donde va la madre de Ulises, a donde va Alfonsina, y donde se pierde Ulises. Un Ulises que fue vomitado nuevamente, entregado a una mujer que no sabe, que no ha sido madre. La mar se venga y tiene compasión de una mujer de cabellos ondulados (un cabello de mar o un cabello de sol), es Penélope.  Hace mucho, pienso, mientras avanzo hacia el otro lado de la piscina, perdí un Ulises y a una Alfonsina, arrebatados por una carretera y no por el agua. Avanzo y perfectamente podría quedarme, parar, detenerme en medio de la nada líquida, silenciosa, vacía y desaparecer de verdad en aquel largo carril de la piscina, aquella carretera. Eso pienso mientras nado, mientras avanzo. Pienso en Ulises y su angustia, porque él a diferencia de Alfonsina y la madre, no quería desaparecer en ese, inmenso, pero inmenso, cielo  - caído – Ulises que quería volver a ver a su Penélope. Un Ulises que volvió en una caja de madera envuelto, no en sal, sino en un montón de café. Y todos en el velorio tomamos café tranquilamente mientras otros comen langostas y pagan porque les toquen una canción que los hará bailar. Esa es la vida, esa es la mar. Te abrazo Penélope. No vuelve Ulises y nunca volverá, como Alfonsina, o como la madre. Me quedo en medio del carril, de la carretera, me termino mi langosta, corro a tomar café en un velorio y te abrazo Penélope, te abrazo para que descanses un instante y hablemos de lo salada que es la vida mientras caen de nuestros ojos gotas de mar.

sábado, 7 de abril de 2012

La mente se enciende con el calor


Hace un calor innecesario que no me deja dormir y mi mente ha estado desde un gran rato armando las más ingeniosas y absurdas ideas para dramas que quiero escribir. El calor sofoca. El calor, despierta. El calor libera. Un calor que de nos ser por el ventilador en estos momentos la casa estaría incendiada – imagino el incendio y de dónde proviene – hay tantas cosas en las que se ocupa mi mente.
-          Le dije a mis alumnos pequeñitos que jugaríamos a representar el cuento La Caperucita Roja, una de ellos, que tiene nueve años, me dijo si sabía que otra historia se escondía tras el cuento, y luego me preguntó, si quería escucharla.
Evité poner cara de atónito  y serenamente le dije que si sabía que se escondía tras el cuento que nos lo dijera. Antes aborté la idea y les dije que… pensé en otro cuento… Todos los cuentos infantiles tienen una historia escondida, no se me vino mejor idea. Cambié al verlos no muy animados con eso de jugar a montar los cuentos (pobre Charles Perrault o  Hans Christian Andersen). A partir de pensar en Perrault terminé proponiéndoles que jugáramos a que estábamos en un juicio, lo cual, les emocionó mucho. Soy más ingenuo que mis niños.
A partir de Anderson, me acordé de un cuento de él que se llama Ruiseñor y de ahí llegué a Matar a un Ruiseñor, y de Harper Lee, llegué a Truman Capote, con El Arpa de Hierba y A Sangre Fría, para luego pensar en la buena interpretación del actor que no acuerdo su nombre en la película sobre éste último libro y vida del autor que se llamaba… Ah, sí, Historia de un crimen. De Truman, a Andy Warhol y claro a Tennessee Williams y de ellos a Arthur Miller, de Arthur Miller a Henry Miller y a otros Miller  incluyendo a Liliana Felipe. Entre todo aquello me dije, Truman, Andy, Tennessee y Arthur debieron conocerse, aunque  tengo constancia que Truman, Tennessee y Arthur sí se conocieron. De Arthur pensé en Marilyn Monroe y de cuando Truman fue a su casa y le dijo que el cuadro que tenía en su pared estaba de cabeza, le dijo, querida el Matisse está al revés.
Me levanté y leí los poemas de Marilyn que me recomendaron para leerla y que se me borrará de la mente que era una blondy, definitivamente sus poemas me gustaron mucho y sigo creyendo que es una blondy, es más con ella se debió haber fundado la estética literaria blondy. Seguramente está ligada con la literatura rosa o pop como la de Manuel Puig. Me a cordé de la película Los Caballeros las prefieren rubias, pienso que nadie sabe que ella le copió a Rita Hayworth y de ahí todas las rubias hasta Madonna en Erótica. ¡Dios santo! Debo terminar el libro de Manuel Puig La Traición de Rita Hayworth que es muy bueno.
A partir de eso acordarme de no haber terminado un libro, pensé nuevamente (porque ya había llegado a ésta conclusión con anterioridad y varias veces) que soy un promiscuo literario, no he terminado con uno cuando ya quiero el otro. Y en orden no he leído de mi estante de libros, al menos no he terminado, de forma cronológicamente regresiva: Mi nuevo libro de obras de teatro de Arthur Miller, el de ensayos de él, el de cine de Ingmar Bergman, el de Doris Lesing, el de las obras de teatro de Prestley, El Erotómano de Ian Gibson, el de Elia Kazan, el de Samuel Robinski la obra de teatro que escribió sobre Monseñor Romero, ese de Manuel Puig, el de ensayos de Huxley, y del que tengo que hacer una tarea, el de William Blake. En fin, seguramente se me escapa alguno…
¡Qué calor! Estoy cansado y voy a tratar de dormir, y tratar de olvidar entre tanta cosa, la razón por la que me siento un tanto triste. Mañana, es posible,  la tristeza se disipe con un poco de lectura.  

martes, 28 de febrero de 2012

8:30 a.m. mientras espero

Está sentada junto a mi en una banca, fuera del supermercado. Se sentó cuando yo ya estaba allí. Tenía puesto su uniforme de trabajo, muy maquillada, impecable. Se sentó junto a mi. Sacó el teléfono. Marcó. Movió su cabello lizo para colocarlo tras su oreja.

- Hola, Licenciado, le llamo por lo de mi caso.

Saco unos papeles de la cartera.

- Sí, lo que pasa es que me hablaron del tiempo. Me dijeron que me llamarían y ya cumplí el mes... por eso le llamo. Necesito que me dé una respuesta... Mi nombre es Maritza Abigail Lozano de Orellana.

Su cabello ocultó su rostro y el teléfono. Juntó las piernas. Casi se le cae la cartera y la tomó de inmediato con su brazo izquiedo, arrugando los papeles.

- Sí, mi caso es: divorcio por paradero desconocido... Entonces, estaré pendiente, ¿hoy en la tarde?, ok, adiós.

Guardó el teléfono y los papeles. Pasó su mano por su cabello para colocarlo tras su oreja. Vió hacia el frente, yo también y

Silencio

martes, 14 de febrero de 2012


De un día cualquiera

De acuerdo con la cábala, los tiempos respiratorios reciben un nombre. Ellos darán forma al corazón humano y su sexo, a la irrupción de las pasiones. Saber que la pasión es material y que está sujeta a las fluctuaciones plásticas de la materia le dará potestad al ser humano sobre las pasiones y ampliará su soberanía. Alcanzar las pasiones a través de sus fuerzas, en lugar de suponerlas abstracciones puras, inviste al ser humano a la sabiduría…

Comencé escribiendo esto, inmediatamente llegar a mi casa y encender la computadora. No lo terminé, casi nunca termino nada, y digo que casi nunca, porque anoche, sí terminé mi última pieza de teatro y tengo la idea para comenzar la siguiente. Ahora bien, por qué no terminé ésta dubitación sobre el hombre, sobre la vida, porque comencé a llorar, ahí frente a mi pantalla, mientras escuchaba música, dejé el teclado, tomé mi grabadora de periodista y grabé mi llanto, mi soledad, mi incertidumbre, mi dolor. 

Al escuchar la grabación, era como si escuchara el llanto de un niño que abandonaron en un centro comercial su padres, en otro país, como si nunca le permitieron usar los zapatos inmediatamente se los compraron, porque nunca tuvo la oportunidad de tener el juguete que siempre soñó. Un niño que una vez pensó matar a toda su familia, un niño que soñaba con recorrer el mundo a pie. Un niño que quería ser actor de cine cuando fuera grande, y que su venganza contra el mundo consistía en ser mejor que los demás, en ser correcto, en ser bueno. 

… Entré a mi casa después de un día cansado, de ver gente, de escuchar gente, de oler gente, con mi nuevo libro en la mano. Coloqué el libro y pensé en leerlo. Decidí forrarlo y forrar el que andaba leyendo, el de Priestley; luego vi que había dejado el de Doris Lessing sin terminar y decidí forrarlo también, luego vi que de igual manera no había terminado el de Donna Tart y me faltaba el de Henrry James. Todos los libros, sobre mi cama, forrados, unos comenzados, otros por comenzar, y el nuevo, no los leería en ese momento. Se están acumulando libros que debo leer. Antes acumulaba y por eso tengo una gran biblioteca de libros, leídos, ah y también no he terminado el de Shakespeare, en fin, tengo tanto que leer. Pero decidí mejor escribir un pensamiento que traía sobre la existencia del hombre y sus respiraciones, es decir, su tiempo, no pude más, exploté.

En la grabación de mi llanto, pude escuchar un vacío, me aterran los vacíos, los silencios. Un buen actor es aquel que puede llenar los silencios, el que sabe mantener las pausas. Estoy cambiando. Tengo sed, voy y tomo agua. Tomé y sentí más sed, me había deshidratado de tanto llorar. A veces pienso que solo yo sé que me pasa, pero no, no lo sé. Necesito leer, necesito escribir, es parte de mí, pero esta noche, he llorado, como niño que le falta su mamá, que le falta su hermano, que le falta su juguete, he llorado como todos, he llorado como yo, solo lo he hecho, y lo seguiré haciendo…

martes, 31 de enero de 2012

para cuando el teatro desaparezca... incluso el cine




En ningún otro momento como ahora, en que la vida es sometida de tal manera, se puede hablar tan profusamente de amor y teatro; existiendo extraños senderos paralelos entre este menoscabo, de la vida y el arte, fundamento de la situación actual, cualquiera que sea, y los desvelos por una manifestación artística y amorosa que nunca acompañó el ritmo de la vida y que en los hechos oprimen constantemente.

Pero, antes de proseguir hablando del amor y el teatro, el mundo padece de hambre y esto hace que no sea ello, el arte, su preocupación central. De allí que todo esfuerzo destinado a orientar hacia la cultura los pensamientos dirigidos al hambre redunda de un hecho artificial.No considero de urgencia asumir la defensa del amor que jamás rescató al hombre de la pesada carga del hambre ni de la permanente preocupación de vivir mejor. Creo que sí lo es, obtener de ello, ideas acerca de la tremenda fuerza vital característica del hambre. Amamos a pesar del hambre.

Hay ante todo una fuerte necesidad de vivir confiando en eso que nos lleva a hacerlo y que cierta fuerza pareciera orientarnos en ese sentido. Así, lo que surge desde el interior de nuestra misteriosa existencia no debería aparecer en todos los casos como apariencia de groseras características digestivas.

Intento decir que si comer es una necesidad ineludible también es importante no hacer mal uso de esto agotándolo en la sencilla urgencia de comer.

No cabe duda de que la confusión es el signo de los tiempos (y me incluyo), y el sustento útil de ésta es el divorcio o distanciamiento entre los hechos y las palabras, ideas y signos encargados de representarlos.

Tampoco cabe duda de que no carecemos de sistemas de pensamientos y que, por su número y confusión, es igualmente proporcional a lo irracional, a lo instintivo y lo desorientado que suelen suceder nuestras vidas y nuestros encuentros con los caminos que no llevaran a lo que por razón conocemos pero que con el corazón no. ¿en qué momento se comprende que nuestra existencia está afectada por los  sistemas (caminos ya creados)?. No afirmaré que los sistemas sean de forzosa aplicación inmediata, pero esto nos conduce a una disyuntiva: o  de alguna forma dichosos sistemas operan en nosotros y nos atraviesan, de manera que vivimos a través de ellos, y entonces, ¿cuál es la importancia de los libros? ¿cuál es la importancia de hacer un símil entre el amor y el teatro?, ¿cuál es la importancia del teatro en nuestras vidas?, o no nos atraviesan, siendo incapaces de alterar de alguna manera nuestra existencia por lo que en tal caso, ¿qué significación tendría el hecho de que desaparezcan o aparezcan llenando nuestra biblioteca personal?, ¿de qué se trata todo de esto, de cantidad, de acumulación de ejemplares?. Repito ¿de qué sirven los libros?, ¿de qué sirve el teatro, de qué el amor?.

Es necesaria la insistencia en esta idea del amor como un cuerpo en acción que gesta en nosotros una suerte de renovada disposición, de nuevo hálito que llega a ser en nosotros algo así como un segundo aliento cada vez que se desvanece algo y surge algo diferente que a lo mejor no es lo mejor. La civilización está practicando tener sexo, cuando el amor es el gobierno de nuestros actos, aun de los aparentemente más significantes, denotando de tal forma su indudable presencia en las cosas por lo que solo de manera arbitraria se puede hablar de una escisión entre civilización consiente y amor inconsciente, incurriendo así en el absurdo de mencionar un mismo fenómeno mediante el uso de dos vocablos. ¿Es comida o amor lo que necesitamos?

El concepto “civilizado” está cargado de confusión. Abrimos juicio acerca de la conducta de un hombre civilizado y del concepto que él mismo tiene de ella. Tenemos así una primera confusión a la que nos lleva el vocablo “civilizado”. Un hombre culto y civilizado sería aquel cuyo pensamiento está influido por sistemas, formas, signos y representaciones. Es ésta una construcción aberrante que, en lugar de asimilar actos y pensamientos, ha hecho crecer de manera desmesurada la cualidad tan propia de nosotros de deducir el pensamiento de los actos mismo.

Si nuestra vida carece de una incandescencia creativa en permanente cambio, ello se debe al hábito arraigado que privilegia la contemplación de nuestros actos, lo que nos extraña en apreciaciones acerca de lo que imaginamos sobre esos actos impidiendo que ellos actúen sin interferencia de nuestra parte. Esta capacidad es intrínsecamente humana y hasta diré que infiltra ideas que pudieron haber permanecido como divinas, ya que no creo en absoluto que el hombre haya imaginado todo lo sobrenatural sino que, por el contrario, ha concluido por corromper lo que la existencia posee de divino.

Urge un cambio radical de los conceptos acerca de la vida en momentos en que ya nada acompaña el curso de ésta. Creemos que de esta penosa división surge la revancha de las cosas, y dado que la poesía ya no la hallamos en nosotros la vemos resurgir transformada en el costado oscuro de las cosas: jamás como ahora se ha visto tal cantidad de crímenes cuyas aristas extravagantes tiene su origen en nuestra imposibilidad de acceder a la vida o de acceder a enamorarnos completamente de ella y los seres vivos.

Si la creación del teatro responde a la necesidad de dar lugar a que lo reprimido pueda expresarse, esa forma de inhumana poesía revelada en raros actos que vienen a alterar los hechos de la vida, (como esos momentos indescriptibles con el ser amado), prueban que tal fuerza primordial permanece intacta y que bastaría con orientarla en mejor dirección. Tenemos la capacidad de elección. El problema de esta capacidad está en la ceguera del dolor, del odio o quizá del miedo.

Aun habiendo necesidad de magia, en lo profundo sentimos temor a que la vida se desarrolle de manera plena bajo el signo de una auténtica magia.

Es conveniente que todo aquello que se ha ido convirtiendo en actitud mecánica y sin creatividad desaparezca y caiga en el olvido. De tal manera, sin limitaciones de tiempo y espacio, la del teatro, al igual que el amor, solo estará limitada por nuestras capacidades y ha de reaparecer con renovada energía. Y por eso es bueno que se produzcan cataclismos periódicos que nos obliguen a retornar a la naturaleza para rencontrarnos, el añejo mito de animales y piedras, de objetos cagados de energía, de vestimentas, los cambios de look, en síntesis, todo aquello destinado a capturar y encauzar fuerzas es para nosotros cosa ya no sin utilidad de la que no solo debemos extraer un beneficio artístico, estático, un beneficio de los espectadores y no de los actores (los que hacemos el día). Este es el peligro de todo, el miedo que nos detiene, que en general podemos sacar de todo éste cataclismo cuantiosas ganancias artísticas pero no significativas para nuestra noches en vela abrazando la almohada.

De igual manera, el misticismo es una creación al servicio de actores, que se manifiesta y fue creado para actores. Toda autentica manifestación artística se sustenta en los elementos originales que constituye lo místico, lo indescifrable, lo misterioso, hacia esa vitalidad incontaminada expreso mi admiración por tener su raíz en el misterio mismo de la vida y de los detalles de ésta. Ahora, lo que importa de todo esto es como mantener una balanza en la que nadie salga afectado, en la que todos ganemos. La vida es injusta, más que comprobado, pero esas mismas características del corazón de un actor deben servir de ejemplo para los que no lo somos en el teatro pero si en la vida. Ese don místico no de mutar a otras especies si ese de pretender ser los más natural y autentico que se puede, la capacidad de creencia, la capacidad de soñar, de renacer, de volver a sorprenderse, de enamorarse de cuanta cosa valiosa hay en la vida. Esa es una de la posibilidad que nos permitirán sobrevivir pero sin depredar a los demás. Es la transgresión del momento en que tres personas quedan solas en un balsa en el desértico mar, ¿Quién se come a quien? Son los planteamientos de Sartre. Me los como a los dos pero me quedo solo. Es decir, cuando pierde un ser humano, perdemos todos.

Lo que hace que ignoremos el sentido del amor al teatro, del teatro en el amor, o del amor en sí, es el concepto que los occidentales tenemos del esto y el beneficio que de ellos se obtiene. El autentico amor se distingue de su arrebato y de su pasión, de los detalles, de un adiós, de un perdón, de un abrazo no pedido, de un beso deseado, de compartir lo que importa; y eso, más que parecer occidental, oriental o del continente que sea, me parece: universal. Debemos romper pues, con las limitantes espaciales.

Compelidos como estamos a dormir o a desvelarnos, o a dormir pero despertar en pesadillas, y por esa razón observamos con ojos sin movilidad y por demás fijos en la conciencia, se hace dificultoso despertar y observar cuáles son los sueños y cuál es la realidad, o cuál duele más, en enceguecernos a no entender ninguno porque duelen de igual manera.Todo con la mirada que ya no sabe en qué ser utilizada, porque se vuelve hacia el interior y no de manera beneficiosa, porque ese epicentro no es más que un torbellino marítimo que provoca en ultimo instante la inacción. Sabemos que vamos hacia el hoyo y no hay más que hacer. Así surge la rara idea de una acción desprovista de interés, exasperada por ese anhelar del deseo de inacción.

Toda autentica imagen posee una zona oscura que la reproduce, y el teatro entra en decadencia desde que el actor supone dar libertad a esa especie de contraparte alterando así su unidad.De la misma manera que las  palabras (musicales) embebido de magia que se expresa en jeroglíficos acordes, el teatro también, como la vida, tiene su sombra, y de entre todos los lenguajes y artes es el único que a través de la sombra ha quebrado sus limitaciones. Así, desde un principio se dijo que dicha sombra no le imponía limitación alguna. Nuestra anquilosada idea del arte va enlazada con la de una vida sin sombra, y donde, no importa en qué dirección enfile, nuestro espíritu encontrará un completo vacío, cuando, por el contrario, el espacio permanece pleno, inalcanzable.

Pero el teatro autentico, que vive y se realiza en el uso de instrumentos vivos, permanece agitando sombras en las que la vida siempre ha encontrado obstáculos. El actor (me refiero al ser humano) que no reitera sus gestos pero continúa en su labor gesticulante, pero cierto arremete contra las formas y tras ellas recupera lo que sobrevivirá  a tal   maltrato y les da continuidad. El teatro (de la vida) que se vale de todos los lenguajes rencuentra su camino justamente cuando el espíritu, para manifestarse, siente la necesidad de un lenguaje. El  hombre al igual que las plantas y el teatro necesita de esa sombra que está dada por un sol.

El ejercido del teatro y del amor que no apuesta a nada en particular y que, sin embargo, utilizará todo lenguaje: gestos, sonidos, palabras, pasión, gritos, retorna la ruta original en el justo punto en que el espíritu necesitado de manifestarse está urgido de un lenguaje. El establecimiento de un determinado lenguaje para el teatro así como para el  amor: palabras escritas, música, luces, etc., la elección de un lenguaje, indica cierto gusto por sus efectos, y en ese caso la cristalización del lenguaje arrastra al teatro, el teatro la realidad y la realidad a una pared de verdades. Es pues, estancamiento del teatro en un lenguaje: escritura, música, luces, ruidos, señal que se encamina hacia la ruina en un corto tiempo, desde que la selección de un lenguaje denota un gusto por la pirotecnia de ese lenguaje, y esa momificación del lenguaje conduce a su esterilización. Así son las palabras, como que se las lleva el viento cuando se intuye que no son verdaderas, cuando se teme por estar encerrado, a puerta cerrada en un mundo de falsedad. Es entonces que duele más la existencia y solo queda morir, el de apagar la candilejas y bajar el telón.

El núcleo de este problema, tanto para el teatro como para la vida, continúa siendo el de adjudicar un nombre y dirigir sombras, y el teatro así como las cosas significativas que no se sostienen en el lenguaje ni en las sombras, aniquila de tal manera las sombra apócrifas pero también allana el camino a un renacer de ésta a cuyo alrededor se agrupa el autentico espectáculo de la vida.

La destrucción del lenguaje con el objeto de acercarse a la vida es una forma de crear o recrear el teatro, de recrearse a si mismo. Pero es primordial descreer que este acto debe ser sagrado en todo momento, o sea, reservado. Aún más importante es sostener que no todos podrán lograrlo y que será necesario prepararse para que eso suceda.Esto no lleva a repudiar las limitaciones tan propias del hombre y sus poderes y a prolongar indefinidamente los límites de la llamada realidad.

Y para que esta perorata tenga sentido, diré que se deberá afirmarse ese sentido de la vida rejuvenecido por el teatro como representación de la  vida, allí donde el hombre se apropie de aquello que todavía no es y lo traiga a la existencia. Y que todo lo que aún no es, pueda serlo aun si nos atenemos, como hasta aquí, a se sencillos vehículos para el registro que palpita dándonos oxígenos a nuestro organismo. Solo es un poco de voluntad si así lo deseamos. Tenemos dos caminos, sea civilizado o no, siempre, se ha dividido en dos. El de la compañía o el de la soledad, el de colectivo o el individual, el de amor, o el odio. Elijamos lo que más conviene a nuestra vida, con el raciocinio y con el corazón. Elijamos el lenguaje correcto con el que nos identificamos, elijamos decir te amo si lo sentimos y elijamos el silencio si no hay más nada que decir o por si callamos sin decir mucho y mejor actuamos, abrazando, besando, observando o simplemente escuchando (por eso de que el teatro está hecho de la utilización de los sentidos). De otro modo, si mencionamos el vocablo “vida”, ha de comprenderse que no me estoy refiriendo a ésta de la manera que se nos aparece en la periferia de los hechos sino desde esa suerte de endeble e inquieto núcleo que las formas no llegan a tocar. Entonces, solo entonces, ya no exitirán las carteleras, las salas de espectáculos, los histriónicos o saltinbanquis, los mimos o los bailarines, será el momento en el que ya no necesitaremos del teatro... inclusive el cine. Si hay un elemento intrínsecamente maldito en este tiempo, ése es el servilismo tanto como para el arte como para la vida (“como trabajar para…”), con que permitimos que nos deslumbren las formas en lugar de ser como hombres gesticulantes que se sobreponen a las hogueras que los envuelven. Como actores que no trabajan servilmente para un teatro donde fingen falsamente el amor, sino como amantes que actúan construyéndolo en la vida misma.

viernes, 27 de enero de 2012

limpiando terreno


Esta mañana se levantó temprano, preparó la comida del almuerzo, se puso las botas y la ropa de ayer, tomó el chuzo y la bolsa de semillas. Al salir por la puerta de la cocina se enteró que no llevaba sombrero y volvió por el. Una vez listo, caminó hacia el terreno que le faltaba. Había al final de ese terreno un espacio vació en el que nunca había sembrado, habían rocas, y mucha maleza. Regresó a la casa y tomó el corvo, el azadón y la cuma. Tenia la plena convicción de sembrar en ese terreno que faltaba ya que necesitaba más ingresos y la cosecha del año anterior había sido devastada por unas constates lluvias, que en los noticiarios llamaron huracán. Removió la maleza, quitó las piedras, y fumigó. Terminó de sembrar el espacio que quedaba del terreno y descansó con la idea de que en el siguiente día prepararía la tierra del nuevo espacio que nunca había tocado.
Nuevamente se levantó temprano y con el azadón hizo los surcos, era una tierra muy blanda, quizá mejor que la otra. No tardó más y comenzó a meter el chuzo, abriendo para poner los tres o cuatro granos de maíz, luego poner el zapato para tapar y aplanar lo sembrado. Así sucesivamente fue llenando de tres o cuatro granos cada uno de los espacios entre la medida de una cuarta de mano, los cinco surcos que había hecho en aquel nuevo terreno que antes solo era barranco de piedras y maleza. Esa noche no soportó las ganas de contarle a su mujer que había sembrado en el barranco. La mujer muy asustada le dijo que debió haber dejado ese lugar tal como estaba, porque una culebra pudo haberle salido y mordido la pierna.
A la mañana siguiente la mujer se levantó de madrugada para ir a ver si era cierto. Volvió a la casa y preparó el desayuno y luego fue a levantar a su marido, lo sentó y él comió. Mientras comía, ella le cambió la venda de la pierna y le puso más trapos mojados en el cuello y la frente. Al terminar, él tomó su azadón, su chuzo y se fue a trabajar. Y ella se quedó esperando a que volviera por el sombrero y también esperando que en la noche le contara, lo que ya sabía.

lunes, 16 de enero de 2012

Y a veces no hay muchas cosas

Y a veces no hay muchas cosas,
no hay más que hacer en la vida,
más que caminar.
Sin un centavo en el bolsillo,
con un recuerdo en la mente,
con un idea,
con tus zapatos favoritos,
con tu pantalón favorito,
por tu calle favorita.
Cuando no hay más nada qué hacer,
lo único que queda o que te toca, es caminar,
Cruzar la calle, sin dirección alguna, sin un centavo en la bolsa.
Cuando en ese momento te encuentras con gente conocida,
que te invita a un café, lo rechazas increíblemente.
Lo que quieres es caminar, y caminar sin dirección,
sin objetivo.
Y encontrar un pedazo de piedra bonita para que ocupe un espacio en tu repisa;
mirar la piedra y sentirte poeta, sentir artista, sentirte nada.
A veces no hay, realmente, muchas cosas que hacer en la vida
más que, caminar, caminar, caminar, y caminar hacia el infinito.













sábado, 14 de enero de 2012

Duerme mi niño, duermete ya...


Prepara detalladamente una humilde cena, vuelve a ver esa película que ya viste; eso sí, ten presente que debes hacerlo completamente solo, no trates de involucrar a tu gato, a tu perro a alguna foto de recuerdo, no. Permítete un espacio en tu habitación y cambia de ropa, ponte cómodo. Siéntate en esa cama y asegúrate de poner almohadas tras de ti entre la pared. Dale play a la película, dale play a tu imaginación, dale play a la comida. Por momentos ve tus pies, en esos momentos en los que no puedes seguir los subtítulos y la escena te parece banal. Es temprano, no te preocupe por el tiempo, no tienes donde ir, estás atrapado en ti mismo. A continuación, después de ver tanta sangre en la película, tómame, dame un poco de filo, mientras pones música que te recuerda a alguien. Devuelve los platos a su lugar, lávalos si quiere, cierra la puerta, las cortinas, apaga el gas y la luz de tus otras habitaciones, sigue afilándome. Ordena tu cama. Si en ese momento sientes el impulso de bañarte, hazlo. Pero si prefieres, antes de bañarte, darte una masturbada, hazlo, pon pornografía y excítate. Concéntrate y sigue conmigo después, olvídame por un momento y no escuches… sí, mejor mastúrbate, estás atrapado esta noche y asfixiándote, te permito liberarte. Aprieta tu miembro y pon un listado de videos que te gustan, agítate y llora un poco mientras te estimulas. Al terminar, date un baño sin discutir, estás cansado verdad, seguramente ahora si ya quieres dormir y es muy buena hora para hacerlo, qué, qué dices, que estás solo, sí lo sé, eso es lo que te pedí, ahh que te dejaron solo, ahh bueno pero es perfecto para lo que vas hacer, yo te voy a ayudar, lo has venido pensando desde hace mucho, no te preocupes yo estoy contigo, no estás tan solo si lo piensas, yo estoy aquí. Ahora que has terminado de bañarte, deja de llorar, no hay remedio, continúa afilándome. Cómo me veo, estoy reluciente, sí lo sé, soy un poco frio, es por el material. Ahora, abre el refrigerador y saca un pera, pártela en cuatro, cómela, qué, te dijo que te la comas, sí, así, buen muchacho, disfrútala, te acuerdas de algo, sí, mejor, eso quiero, quiero que estés muy consciente, que tengas en vilo tu dolor. Veo que estás cansado, pon la alarma es hora de que duermas, mañana hay trabajo. Te permito dejar la cáscara cerca, no tienes por qué levantarse ya, se ve que se te caen los párpados, te permito dormir, duerme, duerme en paz, mañana ya no será un día largo de soledad, ni pasado mañana, ni luego la otra semana, ni luego todo el mes, a lo mejor ni todo el año. Ahora que estás a punto de dormir, y comenzarás a tener esas recurrentes pesadillas… qué, qué dices, que no puedes dormir, pero si ya es hora niño, hay que dormir, claro porque yo estoy cerca, yo realmente quisiera que descanses porque mañana y los otros días serán enormemente largos, así pórtate bien y duerme. Ahora o nunca, es tu oportunidad, vamos, no seas tan cobarde, no llores, pareces marica, te ve tan marica. ¡Por el amor a Jesucristo qué vergüenza!, íbamos bien. Todo era perfecto, estás vulnerable date cuenta, triste, y yo listo para remediar ese dolor. ¡Jesús redentor! estás haciendo la misma cara que hiciste la otra vez en una fiesta, eso no te avergüenza, que siempre que asiste a un evento y ves a esas personas, seguramente recuerden que anduviste llorando por todos lados en esa fiesta, desahogantote con desconocidos, quejándote y lamentándote, no seas cobarde, qué, qué dice, no me vengas con que le duele la cabeza, ya no estas tan pequeño. He dejado que termines de hacer lo que te place, no he ido directamente al grano, he esperado el momento oportuno, y esté es el momento, tómame, vamos, no tienes nada que perder, al contrario ganas, tú ganas, escuchas eso, eres un campeón, siempre has querido ganar de verdad, ahora es el momento, ¡Eres mi héroe, el elegido!, te gusta eso, quieres que te lo repita, sí: ¡Eres mi héroe!. Ahora, no pierdas el tiempo, ahora mismo puedes descansar de verdad, el dolor de cabeza se va a ir, qué quieres, desvelarte otra vez como todas estas noches, con tantos pensamientos, con este calor, con esta angustia, deja la inseguridad, yo estoy aquí bebé, estaré aquí hasta el último instante, hasta el último suspiro, hasta la última lágrima, no te retuerzas más entre las sábanas, es tu momento, ahora que estás tierno, porque llegarás a viejo y los viejos son feos, te verás feo (Recuerdas a Marlon Brando, de viejo se veía feo) y este dolor aumentará con los años y el mundo seguirá defraudándote, azotándote, traicionándote, ignorándote, el mundo está cansado de ti, ya no le diviertes y yo sé que estás cansado de él, que estás muy enfermo, vamos no pierdas tiempo, no sufras más, en serio soy quien te ama de verdad, soy quien quiere que tomes fuerza de una solo vez para luego arrullarte. Soy lo único que tienes, soy el mesías, soy la solución, tómame, deseo calentarme en tu interior, de un solo movimiento a su corazón. Ahora, abracémonos, lloremos, tú, lágrimas de sal y yo de sangre. Cierra tus ojos, sube la sabana afelpada y durmamos, justos. Duerme mi niño, duérmete ya si no viene el coco y te comerá, shihhh, duérmete niño, duérmete ya, sino viene el coco y te comerá, shihhh… qué… sí lo sé, shihhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…

jueves, 12 de enero de 2012

Enero



Esperar que el sol salga, después de una noche  de desvelo y hacerse más preguntas que nunca es un intento por poner el dedo tratando de permanecer siempre en la oscuridad de la madrugada cuando es inevitable que ese sol venga y aparezca. Puedes haber muerto y él seguirá saliendo, por eso es muy importante bajar la guardia y guardar el pulgar, ese que intenta ocultarlo, y preparar un café para seguir leyendo el libro, o escribiéndolo. 

[Volver a sentir la sensación de ese libro, la sensación de gustarte mucho y recordar que la noche anterior tuviste que caminar mucho hacia tu casa, porque el bus te dejó muy lejos por haber penetrado tanto en la historia que perdiste la noción aristotélica]

Todo toma sentido esta mañana, todo tiene sentido en este corazón, gracias al calor que impregna el café y la razón. El libro no es más que el sol, un sol que no quema, un sol de inicio de día, un sol ante un cielo despejado, unos ojos ante un techo despejado; gracias a ello sentir que tu espacio se hace más grande como tu angustia y tu miedo. Por favor no intentes recompensarte los juicios y desvaríos en un momento de escribir en tu diario. ¡Deja de escribir el libro, deja de leer el libro, hoy es un día de enero, toma tu ropa deportiva y anda! Al terminar puedes volver, después de una ducha, a hundirte en tus sábanas calientitas mientras escuchas tu ópera favorita y comienzas a descansar de verdad, dejando que los sueños te lleven a ese lugar desconocido y que vuelvas a perder la verdadera noción aristotélica. 

Soñar que te vas en un hoyo sin fondo no tiene porqué desvelarte toda la madrugada.

miércoles, 4 de enero de 2012

Esquizofrenia videomúsicoliteraria


Muéstrame el jardín de tus ojos / Hoy caminé la cuerda floja del tiempo y me miré de animalejo en un cuento / Un autobús parece una película, siempre / Saber que ya no me extrañas / Cuando el dolor no existe hay tormentas de ilusiones / Salió corriendo el destino, se puso viejo el camino / La tristeza habita la dulzura de tus ojos, no deberíamos separarnos así / Qué puede hacerse hoy domingo si me levanto de lunes / Películas y cuentas que aturdieron mi paz, sacuden sus arañas mirándolas, memorias y paredes que soñaron llegar, resuelven sus intentos y aprenden a callar, lenta llegan, torpe, llegan, caníbal de mi fe, y mi suerte tropezando depende de un café / En el bar, fumaba varios cigarrillos y bebía mucha cerveza hasta que se hacía de noche y me tocaba abordar el autobús (hacia mi casa de papel) con todas las almas de esos animales muertos… / Amor después del amor / …recuerda siempre que aquellos que solamente piensan en satisfacer sus instintos, como lo hacen los animales, no dejan recuerdo en el mundo cuando mueren/ …Perdón por confundir el cine con la realidad… / Si te dijera amor mío, que temo a la madrugada, no sé qué estrellas son éstas que hieren como amenazas, ni sé que sangra la luna al filo de su guadaña, presiento que… tras la noche, vendrá la noche más larga, quiero que no me abandones… amormío - al alba, al alba, - al alba, al alba / Maldito baile de muertos, pólvora de la madrugada /  La ciudad grande, inmensamente grande para su fatiga, se fue haciendo pequeña para su congoja /  - Sería inútil ya, amo, tratar de regañarte. Nunca los reproches expulsaron el amor de un corazón enamorado. Si el amor te ha herido, solo te queda un recurso: “Redime te captumquamquaesminimo”- / Las flores a las personas ciertos ejemplos les den: que puede ser yermo hoy lo que fue jardín ayer / muero volar en solitario con Leonardo / En todo mal bien parece, máteme tu desdén / infierno de oficina, cierro las cortinas /… era ya un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugado por la cólera del huracán babilónico, Aureliano saltó once páginas para no perder el tiempo en hechos demasiados conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de descifrar la última pagina de los pergaminos, como si se estuviera viendo en una espejo hablado. Entonces dio otro salto para anticiparse a las predicciones y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Sin embargo antes de llegar al verso final, ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre…/ Al volver la cabeza y encontrarse con él, Ana Sergeyevna se puso intensamente pálida, le miró otra vez horrorizada casi y estrujó el abanico y los impertinentes entre las manos como luchando para no desmayarse. Los dos guardaban silencio. Ella seguía sentada, él de pie, asustado por la confusión que su presencia le produjo, y no atreviéndose a sentarse a su lado. Los violines y la flauta empezaron a sonar, y de repente Gurov sitió como si de todos los palcos los estuvieran mirando. Ana Sergeyevna se levantó marchando rápida hacía la puerta; siguió él, y ambos empezaron a andar sin saber dónde iban, a través de pasillos, subiendo y bajando escaleras.../  - ¿Quiere un libro?. Ella se llevó la mano enguantada a la garganta y soltó un leve jadeo… - Hay algo que me suena en la historia. Creo que la he leído, en alguna parte. Me recuerda algo de Tolstói/

martes, 3 de enero de 2012

Sueño de una noche de frio



 PRÓLOGO
Durmió el caballero, muy temprano en tiempo pero cansado en su estado. Eran las 19: 54, preparó su alcoba y reposó su andar.

ACTO I
Toca su puerta, abre, es la persona a la que recuerda vagamente que le pidió compañía. Entra en el lecho, conversan y le dice la verdad, con mucho dolor en su alma, comienza a tocar sus pechos. Ella es diferente y una música de tambores les va quitando la cobardía. Ya la conocía, ya había sido su estancia en el dolor de un amor lejano y volvía nuevamente a consolarlo; pero esta vez confesando lo que en aquella vez no confesó, ya que esta mujer había trabajado en la misma taberna que su amor.
-          Ella:                 ¿De dónde viene esa música?
-          ElCaballero:    No lo sé, creo que son los vecinos.
-          Ella:                 (Desnuda sobre él) Me asusta.
-          ElCaballero:    (También asustado) Solo es una música, relájate.
Los tambores incrementan su ritmo pero decrece la pasión de los dos. Ambos caen a cada lado de la cama.

ACTO II
-          El Caballero:   ¿Eso es lo que realmente pasó?
-          Ella:                 Si.
-          ElCaballero:    Creí que me estaba todo claro.
-          Ella:                Yo creí que lo tenías todo claro y por eso me volvías a llamar.
-          El Caballero:   Realmente no recuerdo haberte llamado.
Ella lo toca nuevamente y todo vuelve a su estado de deseo. Él toca sus partes y siente algo raro. Ella no es una mujer. Hay en los ojos de él un leve indicio de terror.

ACTO III
Se besan, y tocan, la música aumenta y aumenta su pasión. Los tambores enfrían la piel de él y se deja llevar por el ser que está encima haciéndose líquido. De  súbito él dice. Ella mueve su cuerpo con placer al ritmo de la música.
-          El Caballero:   Quiero vomitar.
El rostro de la mujer se desfigura, los tambores están sonando frente a ellos, él los puede ver. Sale corriendo, asustado, a la calle gritando que una vez amó, y que una mujer lagarto vino a su lecho. Era una prostituta que confesó todo lo que no sabía  de la mujer a la que amó toda la vida.
-          El Caballero:   Una mujer lagarto con sus tambores está en mi alcoba, vino de la
nadaa confesarme que se acostó con mi mujer, que tiene hijos con ella. La mujer lagarto es una prostituta que no llamé. La mujer lagarto tiene pene. La mujer lagarto, es la muerte.

EPÍLOGO:
Se despertó, estrujándose el estómago y pensando en aquel amor que lo engañó. Eran las 23:51. Lloró y seguido se le vino un ataque de asma, salió a la terraza a vomitar. Introducida la calma y la calma con un silencioso frio de miedo. El caballero, dijo, aceptando su locura:
-          El Caballero:               Al filo de una copa, y la copa en la punta de una pirámide,
están dos esgrimistas en un duelo injusto. Uno tiene una espada, y el otro un florete. Al final del encuentro una rosa se marca en la solapa desde el fondo de la camisa blanca, pero ambos caen de la pirámide de copas.