martes, 31 de enero de 2012

para cuando el teatro desaparezca... incluso el cine




En ningún otro momento como ahora, en que la vida es sometida de tal manera, se puede hablar tan profusamente de amor y teatro; existiendo extraños senderos paralelos entre este menoscabo, de la vida y el arte, fundamento de la situación actual, cualquiera que sea, y los desvelos por una manifestación artística y amorosa que nunca acompañó el ritmo de la vida y que en los hechos oprimen constantemente.

Pero, antes de proseguir hablando del amor y el teatro, el mundo padece de hambre y esto hace que no sea ello, el arte, su preocupación central. De allí que todo esfuerzo destinado a orientar hacia la cultura los pensamientos dirigidos al hambre redunda de un hecho artificial.No considero de urgencia asumir la defensa del amor que jamás rescató al hombre de la pesada carga del hambre ni de la permanente preocupación de vivir mejor. Creo que sí lo es, obtener de ello, ideas acerca de la tremenda fuerza vital característica del hambre. Amamos a pesar del hambre.

Hay ante todo una fuerte necesidad de vivir confiando en eso que nos lleva a hacerlo y que cierta fuerza pareciera orientarnos en ese sentido. Así, lo que surge desde el interior de nuestra misteriosa existencia no debería aparecer en todos los casos como apariencia de groseras características digestivas.

Intento decir que si comer es una necesidad ineludible también es importante no hacer mal uso de esto agotándolo en la sencilla urgencia de comer.

No cabe duda de que la confusión es el signo de los tiempos (y me incluyo), y el sustento útil de ésta es el divorcio o distanciamiento entre los hechos y las palabras, ideas y signos encargados de representarlos.

Tampoco cabe duda de que no carecemos de sistemas de pensamientos y que, por su número y confusión, es igualmente proporcional a lo irracional, a lo instintivo y lo desorientado que suelen suceder nuestras vidas y nuestros encuentros con los caminos que no llevaran a lo que por razón conocemos pero que con el corazón no. ¿en qué momento se comprende que nuestra existencia está afectada por los  sistemas (caminos ya creados)?. No afirmaré que los sistemas sean de forzosa aplicación inmediata, pero esto nos conduce a una disyuntiva: o  de alguna forma dichosos sistemas operan en nosotros y nos atraviesan, de manera que vivimos a través de ellos, y entonces, ¿cuál es la importancia de los libros? ¿cuál es la importancia de hacer un símil entre el amor y el teatro?, ¿cuál es la importancia del teatro en nuestras vidas?, o no nos atraviesan, siendo incapaces de alterar de alguna manera nuestra existencia por lo que en tal caso, ¿qué significación tendría el hecho de que desaparezcan o aparezcan llenando nuestra biblioteca personal?, ¿de qué se trata todo de esto, de cantidad, de acumulación de ejemplares?. Repito ¿de qué sirven los libros?, ¿de qué sirve el teatro, de qué el amor?.

Es necesaria la insistencia en esta idea del amor como un cuerpo en acción que gesta en nosotros una suerte de renovada disposición, de nuevo hálito que llega a ser en nosotros algo así como un segundo aliento cada vez que se desvanece algo y surge algo diferente que a lo mejor no es lo mejor. La civilización está practicando tener sexo, cuando el amor es el gobierno de nuestros actos, aun de los aparentemente más significantes, denotando de tal forma su indudable presencia en las cosas por lo que solo de manera arbitraria se puede hablar de una escisión entre civilización consiente y amor inconsciente, incurriendo así en el absurdo de mencionar un mismo fenómeno mediante el uso de dos vocablos. ¿Es comida o amor lo que necesitamos?

El concepto “civilizado” está cargado de confusión. Abrimos juicio acerca de la conducta de un hombre civilizado y del concepto que él mismo tiene de ella. Tenemos así una primera confusión a la que nos lleva el vocablo “civilizado”. Un hombre culto y civilizado sería aquel cuyo pensamiento está influido por sistemas, formas, signos y representaciones. Es ésta una construcción aberrante que, en lugar de asimilar actos y pensamientos, ha hecho crecer de manera desmesurada la cualidad tan propia de nosotros de deducir el pensamiento de los actos mismo.

Si nuestra vida carece de una incandescencia creativa en permanente cambio, ello se debe al hábito arraigado que privilegia la contemplación de nuestros actos, lo que nos extraña en apreciaciones acerca de lo que imaginamos sobre esos actos impidiendo que ellos actúen sin interferencia de nuestra parte. Esta capacidad es intrínsecamente humana y hasta diré que infiltra ideas que pudieron haber permanecido como divinas, ya que no creo en absoluto que el hombre haya imaginado todo lo sobrenatural sino que, por el contrario, ha concluido por corromper lo que la existencia posee de divino.

Urge un cambio radical de los conceptos acerca de la vida en momentos en que ya nada acompaña el curso de ésta. Creemos que de esta penosa división surge la revancha de las cosas, y dado que la poesía ya no la hallamos en nosotros la vemos resurgir transformada en el costado oscuro de las cosas: jamás como ahora se ha visto tal cantidad de crímenes cuyas aristas extravagantes tiene su origen en nuestra imposibilidad de acceder a la vida o de acceder a enamorarnos completamente de ella y los seres vivos.

Si la creación del teatro responde a la necesidad de dar lugar a que lo reprimido pueda expresarse, esa forma de inhumana poesía revelada en raros actos que vienen a alterar los hechos de la vida, (como esos momentos indescriptibles con el ser amado), prueban que tal fuerza primordial permanece intacta y que bastaría con orientarla en mejor dirección. Tenemos la capacidad de elección. El problema de esta capacidad está en la ceguera del dolor, del odio o quizá del miedo.

Aun habiendo necesidad de magia, en lo profundo sentimos temor a que la vida se desarrolle de manera plena bajo el signo de una auténtica magia.

Es conveniente que todo aquello que se ha ido convirtiendo en actitud mecánica y sin creatividad desaparezca y caiga en el olvido. De tal manera, sin limitaciones de tiempo y espacio, la del teatro, al igual que el amor, solo estará limitada por nuestras capacidades y ha de reaparecer con renovada energía. Y por eso es bueno que se produzcan cataclismos periódicos que nos obliguen a retornar a la naturaleza para rencontrarnos, el añejo mito de animales y piedras, de objetos cagados de energía, de vestimentas, los cambios de look, en síntesis, todo aquello destinado a capturar y encauzar fuerzas es para nosotros cosa ya no sin utilidad de la que no solo debemos extraer un beneficio artístico, estático, un beneficio de los espectadores y no de los actores (los que hacemos el día). Este es el peligro de todo, el miedo que nos detiene, que en general podemos sacar de todo éste cataclismo cuantiosas ganancias artísticas pero no significativas para nuestra noches en vela abrazando la almohada.

De igual manera, el misticismo es una creación al servicio de actores, que se manifiesta y fue creado para actores. Toda autentica manifestación artística se sustenta en los elementos originales que constituye lo místico, lo indescifrable, lo misterioso, hacia esa vitalidad incontaminada expreso mi admiración por tener su raíz en el misterio mismo de la vida y de los detalles de ésta. Ahora, lo que importa de todo esto es como mantener una balanza en la que nadie salga afectado, en la que todos ganemos. La vida es injusta, más que comprobado, pero esas mismas características del corazón de un actor deben servir de ejemplo para los que no lo somos en el teatro pero si en la vida. Ese don místico no de mutar a otras especies si ese de pretender ser los más natural y autentico que se puede, la capacidad de creencia, la capacidad de soñar, de renacer, de volver a sorprenderse, de enamorarse de cuanta cosa valiosa hay en la vida. Esa es una de la posibilidad que nos permitirán sobrevivir pero sin depredar a los demás. Es la transgresión del momento en que tres personas quedan solas en un balsa en el desértico mar, ¿Quién se come a quien? Son los planteamientos de Sartre. Me los como a los dos pero me quedo solo. Es decir, cuando pierde un ser humano, perdemos todos.

Lo que hace que ignoremos el sentido del amor al teatro, del teatro en el amor, o del amor en sí, es el concepto que los occidentales tenemos del esto y el beneficio que de ellos se obtiene. El autentico amor se distingue de su arrebato y de su pasión, de los detalles, de un adiós, de un perdón, de un abrazo no pedido, de un beso deseado, de compartir lo que importa; y eso, más que parecer occidental, oriental o del continente que sea, me parece: universal. Debemos romper pues, con las limitantes espaciales.

Compelidos como estamos a dormir o a desvelarnos, o a dormir pero despertar en pesadillas, y por esa razón observamos con ojos sin movilidad y por demás fijos en la conciencia, se hace dificultoso despertar y observar cuáles son los sueños y cuál es la realidad, o cuál duele más, en enceguecernos a no entender ninguno porque duelen de igual manera.Todo con la mirada que ya no sabe en qué ser utilizada, porque se vuelve hacia el interior y no de manera beneficiosa, porque ese epicentro no es más que un torbellino marítimo que provoca en ultimo instante la inacción. Sabemos que vamos hacia el hoyo y no hay más que hacer. Así surge la rara idea de una acción desprovista de interés, exasperada por ese anhelar del deseo de inacción.

Toda autentica imagen posee una zona oscura que la reproduce, y el teatro entra en decadencia desde que el actor supone dar libertad a esa especie de contraparte alterando así su unidad.De la misma manera que las  palabras (musicales) embebido de magia que se expresa en jeroglíficos acordes, el teatro también, como la vida, tiene su sombra, y de entre todos los lenguajes y artes es el único que a través de la sombra ha quebrado sus limitaciones. Así, desde un principio se dijo que dicha sombra no le imponía limitación alguna. Nuestra anquilosada idea del arte va enlazada con la de una vida sin sombra, y donde, no importa en qué dirección enfile, nuestro espíritu encontrará un completo vacío, cuando, por el contrario, el espacio permanece pleno, inalcanzable.

Pero el teatro autentico, que vive y se realiza en el uso de instrumentos vivos, permanece agitando sombras en las que la vida siempre ha encontrado obstáculos. El actor (me refiero al ser humano) que no reitera sus gestos pero continúa en su labor gesticulante, pero cierto arremete contra las formas y tras ellas recupera lo que sobrevivirá  a tal   maltrato y les da continuidad. El teatro (de la vida) que se vale de todos los lenguajes rencuentra su camino justamente cuando el espíritu, para manifestarse, siente la necesidad de un lenguaje. El  hombre al igual que las plantas y el teatro necesita de esa sombra que está dada por un sol.

El ejercido del teatro y del amor que no apuesta a nada en particular y que, sin embargo, utilizará todo lenguaje: gestos, sonidos, palabras, pasión, gritos, retorna la ruta original en el justo punto en que el espíritu necesitado de manifestarse está urgido de un lenguaje. El establecimiento de un determinado lenguaje para el teatro así como para el  amor: palabras escritas, música, luces, etc., la elección de un lenguaje, indica cierto gusto por sus efectos, y en ese caso la cristalización del lenguaje arrastra al teatro, el teatro la realidad y la realidad a una pared de verdades. Es pues, estancamiento del teatro en un lenguaje: escritura, música, luces, ruidos, señal que se encamina hacia la ruina en un corto tiempo, desde que la selección de un lenguaje denota un gusto por la pirotecnia de ese lenguaje, y esa momificación del lenguaje conduce a su esterilización. Así son las palabras, como que se las lleva el viento cuando se intuye que no son verdaderas, cuando se teme por estar encerrado, a puerta cerrada en un mundo de falsedad. Es entonces que duele más la existencia y solo queda morir, el de apagar la candilejas y bajar el telón.

El núcleo de este problema, tanto para el teatro como para la vida, continúa siendo el de adjudicar un nombre y dirigir sombras, y el teatro así como las cosas significativas que no se sostienen en el lenguaje ni en las sombras, aniquila de tal manera las sombra apócrifas pero también allana el camino a un renacer de ésta a cuyo alrededor se agrupa el autentico espectáculo de la vida.

La destrucción del lenguaje con el objeto de acercarse a la vida es una forma de crear o recrear el teatro, de recrearse a si mismo. Pero es primordial descreer que este acto debe ser sagrado en todo momento, o sea, reservado. Aún más importante es sostener que no todos podrán lograrlo y que será necesario prepararse para que eso suceda.Esto no lleva a repudiar las limitaciones tan propias del hombre y sus poderes y a prolongar indefinidamente los límites de la llamada realidad.

Y para que esta perorata tenga sentido, diré que se deberá afirmarse ese sentido de la vida rejuvenecido por el teatro como representación de la  vida, allí donde el hombre se apropie de aquello que todavía no es y lo traiga a la existencia. Y que todo lo que aún no es, pueda serlo aun si nos atenemos, como hasta aquí, a se sencillos vehículos para el registro que palpita dándonos oxígenos a nuestro organismo. Solo es un poco de voluntad si así lo deseamos. Tenemos dos caminos, sea civilizado o no, siempre, se ha dividido en dos. El de la compañía o el de la soledad, el de colectivo o el individual, el de amor, o el odio. Elijamos lo que más conviene a nuestra vida, con el raciocinio y con el corazón. Elijamos el lenguaje correcto con el que nos identificamos, elijamos decir te amo si lo sentimos y elijamos el silencio si no hay más nada que decir o por si callamos sin decir mucho y mejor actuamos, abrazando, besando, observando o simplemente escuchando (por eso de que el teatro está hecho de la utilización de los sentidos). De otro modo, si mencionamos el vocablo “vida”, ha de comprenderse que no me estoy refiriendo a ésta de la manera que se nos aparece en la periferia de los hechos sino desde esa suerte de endeble e inquieto núcleo que las formas no llegan a tocar. Entonces, solo entonces, ya no exitirán las carteleras, las salas de espectáculos, los histriónicos o saltinbanquis, los mimos o los bailarines, será el momento en el que ya no necesitaremos del teatro... inclusive el cine. Si hay un elemento intrínsecamente maldito en este tiempo, ése es el servilismo tanto como para el arte como para la vida (“como trabajar para…”), con que permitimos que nos deslumbren las formas en lugar de ser como hombres gesticulantes que se sobreponen a las hogueras que los envuelven. Como actores que no trabajan servilmente para un teatro donde fingen falsamente el amor, sino como amantes que actúan construyéndolo en la vida misma.

viernes, 27 de enero de 2012

limpiando terreno


Esta mañana se levantó temprano, preparó la comida del almuerzo, se puso las botas y la ropa de ayer, tomó el chuzo y la bolsa de semillas. Al salir por la puerta de la cocina se enteró que no llevaba sombrero y volvió por el. Una vez listo, caminó hacia el terreno que le faltaba. Había al final de ese terreno un espacio vació en el que nunca había sembrado, habían rocas, y mucha maleza. Regresó a la casa y tomó el corvo, el azadón y la cuma. Tenia la plena convicción de sembrar en ese terreno que faltaba ya que necesitaba más ingresos y la cosecha del año anterior había sido devastada por unas constates lluvias, que en los noticiarios llamaron huracán. Removió la maleza, quitó las piedras, y fumigó. Terminó de sembrar el espacio que quedaba del terreno y descansó con la idea de que en el siguiente día prepararía la tierra del nuevo espacio que nunca había tocado.
Nuevamente se levantó temprano y con el azadón hizo los surcos, era una tierra muy blanda, quizá mejor que la otra. No tardó más y comenzó a meter el chuzo, abriendo para poner los tres o cuatro granos de maíz, luego poner el zapato para tapar y aplanar lo sembrado. Así sucesivamente fue llenando de tres o cuatro granos cada uno de los espacios entre la medida de una cuarta de mano, los cinco surcos que había hecho en aquel nuevo terreno que antes solo era barranco de piedras y maleza. Esa noche no soportó las ganas de contarle a su mujer que había sembrado en el barranco. La mujer muy asustada le dijo que debió haber dejado ese lugar tal como estaba, porque una culebra pudo haberle salido y mordido la pierna.
A la mañana siguiente la mujer se levantó de madrugada para ir a ver si era cierto. Volvió a la casa y preparó el desayuno y luego fue a levantar a su marido, lo sentó y él comió. Mientras comía, ella le cambió la venda de la pierna y le puso más trapos mojados en el cuello y la frente. Al terminar, él tomó su azadón, su chuzo y se fue a trabajar. Y ella se quedó esperando a que volviera por el sombrero y también esperando que en la noche le contara, lo que ya sabía.

lunes, 16 de enero de 2012

Y a veces no hay muchas cosas

Y a veces no hay muchas cosas,
no hay más que hacer en la vida,
más que caminar.
Sin un centavo en el bolsillo,
con un recuerdo en la mente,
con un idea,
con tus zapatos favoritos,
con tu pantalón favorito,
por tu calle favorita.
Cuando no hay más nada qué hacer,
lo único que queda o que te toca, es caminar,
Cruzar la calle, sin dirección alguna, sin un centavo en la bolsa.
Cuando en ese momento te encuentras con gente conocida,
que te invita a un café, lo rechazas increíblemente.
Lo que quieres es caminar, y caminar sin dirección,
sin objetivo.
Y encontrar un pedazo de piedra bonita para que ocupe un espacio en tu repisa;
mirar la piedra y sentirte poeta, sentir artista, sentirte nada.
A veces no hay, realmente, muchas cosas que hacer en la vida
más que, caminar, caminar, caminar, y caminar hacia el infinito.













sábado, 14 de enero de 2012

Duerme mi niño, duermete ya...


Prepara detalladamente una humilde cena, vuelve a ver esa película que ya viste; eso sí, ten presente que debes hacerlo completamente solo, no trates de involucrar a tu gato, a tu perro a alguna foto de recuerdo, no. Permítete un espacio en tu habitación y cambia de ropa, ponte cómodo. Siéntate en esa cama y asegúrate de poner almohadas tras de ti entre la pared. Dale play a la película, dale play a tu imaginación, dale play a la comida. Por momentos ve tus pies, en esos momentos en los que no puedes seguir los subtítulos y la escena te parece banal. Es temprano, no te preocupe por el tiempo, no tienes donde ir, estás atrapado en ti mismo. A continuación, después de ver tanta sangre en la película, tómame, dame un poco de filo, mientras pones música que te recuerda a alguien. Devuelve los platos a su lugar, lávalos si quiere, cierra la puerta, las cortinas, apaga el gas y la luz de tus otras habitaciones, sigue afilándome. Ordena tu cama. Si en ese momento sientes el impulso de bañarte, hazlo. Pero si prefieres, antes de bañarte, darte una masturbada, hazlo, pon pornografía y excítate. Concéntrate y sigue conmigo después, olvídame por un momento y no escuches… sí, mejor mastúrbate, estás atrapado esta noche y asfixiándote, te permito liberarte. Aprieta tu miembro y pon un listado de videos que te gustan, agítate y llora un poco mientras te estimulas. Al terminar, date un baño sin discutir, estás cansado verdad, seguramente ahora si ya quieres dormir y es muy buena hora para hacerlo, qué, qué dices, que estás solo, sí lo sé, eso es lo que te pedí, ahh que te dejaron solo, ahh bueno pero es perfecto para lo que vas hacer, yo te voy a ayudar, lo has venido pensando desde hace mucho, no te preocupes yo estoy contigo, no estás tan solo si lo piensas, yo estoy aquí. Ahora que has terminado de bañarte, deja de llorar, no hay remedio, continúa afilándome. Cómo me veo, estoy reluciente, sí lo sé, soy un poco frio, es por el material. Ahora, abre el refrigerador y saca un pera, pártela en cuatro, cómela, qué, te dijo que te la comas, sí, así, buen muchacho, disfrútala, te acuerdas de algo, sí, mejor, eso quiero, quiero que estés muy consciente, que tengas en vilo tu dolor. Veo que estás cansado, pon la alarma es hora de que duermas, mañana hay trabajo. Te permito dejar la cáscara cerca, no tienes por qué levantarse ya, se ve que se te caen los párpados, te permito dormir, duerme, duerme en paz, mañana ya no será un día largo de soledad, ni pasado mañana, ni luego la otra semana, ni luego todo el mes, a lo mejor ni todo el año. Ahora que estás a punto de dormir, y comenzarás a tener esas recurrentes pesadillas… qué, qué dices, que no puedes dormir, pero si ya es hora niño, hay que dormir, claro porque yo estoy cerca, yo realmente quisiera que descanses porque mañana y los otros días serán enormemente largos, así pórtate bien y duerme. Ahora o nunca, es tu oportunidad, vamos, no seas tan cobarde, no llores, pareces marica, te ve tan marica. ¡Por el amor a Jesucristo qué vergüenza!, íbamos bien. Todo era perfecto, estás vulnerable date cuenta, triste, y yo listo para remediar ese dolor. ¡Jesús redentor! estás haciendo la misma cara que hiciste la otra vez en una fiesta, eso no te avergüenza, que siempre que asiste a un evento y ves a esas personas, seguramente recuerden que anduviste llorando por todos lados en esa fiesta, desahogantote con desconocidos, quejándote y lamentándote, no seas cobarde, qué, qué dice, no me vengas con que le duele la cabeza, ya no estas tan pequeño. He dejado que termines de hacer lo que te place, no he ido directamente al grano, he esperado el momento oportuno, y esté es el momento, tómame, vamos, no tienes nada que perder, al contrario ganas, tú ganas, escuchas eso, eres un campeón, siempre has querido ganar de verdad, ahora es el momento, ¡Eres mi héroe, el elegido!, te gusta eso, quieres que te lo repita, sí: ¡Eres mi héroe!. Ahora, no pierdas el tiempo, ahora mismo puedes descansar de verdad, el dolor de cabeza se va a ir, qué quieres, desvelarte otra vez como todas estas noches, con tantos pensamientos, con este calor, con esta angustia, deja la inseguridad, yo estoy aquí bebé, estaré aquí hasta el último instante, hasta el último suspiro, hasta la última lágrima, no te retuerzas más entre las sábanas, es tu momento, ahora que estás tierno, porque llegarás a viejo y los viejos son feos, te verás feo (Recuerdas a Marlon Brando, de viejo se veía feo) y este dolor aumentará con los años y el mundo seguirá defraudándote, azotándote, traicionándote, ignorándote, el mundo está cansado de ti, ya no le diviertes y yo sé que estás cansado de él, que estás muy enfermo, vamos no pierdas tiempo, no sufras más, en serio soy quien te ama de verdad, soy quien quiere que tomes fuerza de una solo vez para luego arrullarte. Soy lo único que tienes, soy el mesías, soy la solución, tómame, deseo calentarme en tu interior, de un solo movimiento a su corazón. Ahora, abracémonos, lloremos, tú, lágrimas de sal y yo de sangre. Cierra tus ojos, sube la sabana afelpada y durmamos, justos. Duerme mi niño, duérmete ya si no viene el coco y te comerá, shihhh, duérmete niño, duérmete ya, sino viene el coco y te comerá, shihhh… qué… sí lo sé, shihhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…

jueves, 12 de enero de 2012

Enero



Esperar que el sol salga, después de una noche  de desvelo y hacerse más preguntas que nunca es un intento por poner el dedo tratando de permanecer siempre en la oscuridad de la madrugada cuando es inevitable que ese sol venga y aparezca. Puedes haber muerto y él seguirá saliendo, por eso es muy importante bajar la guardia y guardar el pulgar, ese que intenta ocultarlo, y preparar un café para seguir leyendo el libro, o escribiéndolo. 

[Volver a sentir la sensación de ese libro, la sensación de gustarte mucho y recordar que la noche anterior tuviste que caminar mucho hacia tu casa, porque el bus te dejó muy lejos por haber penetrado tanto en la historia que perdiste la noción aristotélica]

Todo toma sentido esta mañana, todo tiene sentido en este corazón, gracias al calor que impregna el café y la razón. El libro no es más que el sol, un sol que no quema, un sol de inicio de día, un sol ante un cielo despejado, unos ojos ante un techo despejado; gracias a ello sentir que tu espacio se hace más grande como tu angustia y tu miedo. Por favor no intentes recompensarte los juicios y desvaríos en un momento de escribir en tu diario. ¡Deja de escribir el libro, deja de leer el libro, hoy es un día de enero, toma tu ropa deportiva y anda! Al terminar puedes volver, después de una ducha, a hundirte en tus sábanas calientitas mientras escuchas tu ópera favorita y comienzas a descansar de verdad, dejando que los sueños te lleven a ese lugar desconocido y que vuelvas a perder la verdadera noción aristotélica. 

Soñar que te vas en un hoyo sin fondo no tiene porqué desvelarte toda la madrugada.

miércoles, 4 de enero de 2012

Esquizofrenia videomúsicoliteraria


Muéstrame el jardín de tus ojos / Hoy caminé la cuerda floja del tiempo y me miré de animalejo en un cuento / Un autobús parece una película, siempre / Saber que ya no me extrañas / Cuando el dolor no existe hay tormentas de ilusiones / Salió corriendo el destino, se puso viejo el camino / La tristeza habita la dulzura de tus ojos, no deberíamos separarnos así / Qué puede hacerse hoy domingo si me levanto de lunes / Películas y cuentas que aturdieron mi paz, sacuden sus arañas mirándolas, memorias y paredes que soñaron llegar, resuelven sus intentos y aprenden a callar, lenta llegan, torpe, llegan, caníbal de mi fe, y mi suerte tropezando depende de un café / En el bar, fumaba varios cigarrillos y bebía mucha cerveza hasta que se hacía de noche y me tocaba abordar el autobús (hacia mi casa de papel) con todas las almas de esos animales muertos… / Amor después del amor / …recuerda siempre que aquellos que solamente piensan en satisfacer sus instintos, como lo hacen los animales, no dejan recuerdo en el mundo cuando mueren/ …Perdón por confundir el cine con la realidad… / Si te dijera amor mío, que temo a la madrugada, no sé qué estrellas son éstas que hieren como amenazas, ni sé que sangra la luna al filo de su guadaña, presiento que… tras la noche, vendrá la noche más larga, quiero que no me abandones… amormío - al alba, al alba, - al alba, al alba / Maldito baile de muertos, pólvora de la madrugada /  La ciudad grande, inmensamente grande para su fatiga, se fue haciendo pequeña para su congoja /  - Sería inútil ya, amo, tratar de regañarte. Nunca los reproches expulsaron el amor de un corazón enamorado. Si el amor te ha herido, solo te queda un recurso: “Redime te captumquamquaesminimo”- / Las flores a las personas ciertos ejemplos les den: que puede ser yermo hoy lo que fue jardín ayer / muero volar en solitario con Leonardo / En todo mal bien parece, máteme tu desdén / infierno de oficina, cierro las cortinas /… era ya un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugado por la cólera del huracán babilónico, Aureliano saltó once páginas para no perder el tiempo en hechos demasiados conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de descifrar la última pagina de los pergaminos, como si se estuviera viendo en una espejo hablado. Entonces dio otro salto para anticiparse a las predicciones y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Sin embargo antes de llegar al verso final, ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre…/ Al volver la cabeza y encontrarse con él, Ana Sergeyevna se puso intensamente pálida, le miró otra vez horrorizada casi y estrujó el abanico y los impertinentes entre las manos como luchando para no desmayarse. Los dos guardaban silencio. Ella seguía sentada, él de pie, asustado por la confusión que su presencia le produjo, y no atreviéndose a sentarse a su lado. Los violines y la flauta empezaron a sonar, y de repente Gurov sitió como si de todos los palcos los estuvieran mirando. Ana Sergeyevna se levantó marchando rápida hacía la puerta; siguió él, y ambos empezaron a andar sin saber dónde iban, a través de pasillos, subiendo y bajando escaleras.../  - ¿Quiere un libro?. Ella se llevó la mano enguantada a la garganta y soltó un leve jadeo… - Hay algo que me suena en la historia. Creo que la he leído, en alguna parte. Me recuerda algo de Tolstói/

martes, 3 de enero de 2012

Sueño de una noche de frio



 PRÓLOGO
Durmió el caballero, muy temprano en tiempo pero cansado en su estado. Eran las 19: 54, preparó su alcoba y reposó su andar.

ACTO I
Toca su puerta, abre, es la persona a la que recuerda vagamente que le pidió compañía. Entra en el lecho, conversan y le dice la verdad, con mucho dolor en su alma, comienza a tocar sus pechos. Ella es diferente y una música de tambores les va quitando la cobardía. Ya la conocía, ya había sido su estancia en el dolor de un amor lejano y volvía nuevamente a consolarlo; pero esta vez confesando lo que en aquella vez no confesó, ya que esta mujer había trabajado en la misma taberna que su amor.
-          Ella:                 ¿De dónde viene esa música?
-          ElCaballero:    No lo sé, creo que son los vecinos.
-          Ella:                 (Desnuda sobre él) Me asusta.
-          ElCaballero:    (También asustado) Solo es una música, relájate.
Los tambores incrementan su ritmo pero decrece la pasión de los dos. Ambos caen a cada lado de la cama.

ACTO II
-          El Caballero:   ¿Eso es lo que realmente pasó?
-          Ella:                 Si.
-          ElCaballero:    Creí que me estaba todo claro.
-          Ella:                Yo creí que lo tenías todo claro y por eso me volvías a llamar.
-          El Caballero:   Realmente no recuerdo haberte llamado.
Ella lo toca nuevamente y todo vuelve a su estado de deseo. Él toca sus partes y siente algo raro. Ella no es una mujer. Hay en los ojos de él un leve indicio de terror.

ACTO III
Se besan, y tocan, la música aumenta y aumenta su pasión. Los tambores enfrían la piel de él y se deja llevar por el ser que está encima haciéndose líquido. De  súbito él dice. Ella mueve su cuerpo con placer al ritmo de la música.
-          El Caballero:   Quiero vomitar.
El rostro de la mujer se desfigura, los tambores están sonando frente a ellos, él los puede ver. Sale corriendo, asustado, a la calle gritando que una vez amó, y que una mujer lagarto vino a su lecho. Era una prostituta que confesó todo lo que no sabía  de la mujer a la que amó toda la vida.
-          El Caballero:   Una mujer lagarto con sus tambores está en mi alcoba, vino de la
nadaa confesarme que se acostó con mi mujer, que tiene hijos con ella. La mujer lagarto es una prostituta que no llamé. La mujer lagarto tiene pene. La mujer lagarto, es la muerte.

EPÍLOGO:
Se despertó, estrujándose el estómago y pensando en aquel amor que lo engañó. Eran las 23:51. Lloró y seguido se le vino un ataque de asma, salió a la terraza a vomitar. Introducida la calma y la calma con un silencioso frio de miedo. El caballero, dijo, aceptando su locura:
-          El Caballero:               Al filo de una copa, y la copa en la punta de una pirámide,
están dos esgrimistas en un duelo injusto. Uno tiene una espada, y el otro un florete. Al final del encuentro una rosa se marca en la solapa desde el fondo de la camisa blanca, pero ambos caen de la pirámide de copas.




domingo, 1 de enero de 2012

Estando en la estación de buses


Estando en la estación de buses, comenzó a escuchar una música, no sabía exactamente de quién, pero se le hacia conocida. Giró para identificar de dónde provenía. Los autobuses iban y venía, las gentes pasaban con sus compras, con sus hijos, con sus abuelas, los micro buseros gritaban su dirección y él estaba paralizado sin saber qué música era aquella que le estaba tocando el alma en un lugar bullicioso y caótico. De repente una chica vestida de negro bajó de un auto y se quedó esperando a su lado, la música se hacía más intensa. La chica parecía triste, como si también escuchara la composición. Dejaron de pasar los buses  y los autos, de la nada estaba sola la calle, y la gente ya no cruzaba, a penas y logró ver girar en la esquina un perro, mientras la música se escuchaba más intensa, aquella calle estaba vacía totalmente. De repente al doblar la calle venía un auto negro, adornado con flores, de donde provenía la música. La chica giró su mirada atravesándolo para observar el auto negro, caminó hacia él con su rostro de tristeza y se unió al montón de gente que venía caminando tras el auto, todos vestidos de negro. Él logró reconocer la gente y la composición musical. Los caminantes eran sus amigos, sus hijos, sus conocidos, todos pasaron frente ignorándolo por completo. Sintió  que perdía el calor de su piel, un viento soplo fuerte elevando su casaca, llevándose su bufanda, sin poder retenerla. Sus ojos se abrieron de sorpresa; había descubierto la composición, era de 1825, de un compositor austriaco, era de Schubert.