jueves, 25 de agosto de 2011

A propósito de 3 años

Hay algo que de verdad me transgrede, y es lo incierto, lo inseguro, lo público, lo desnudo, lo fluido. Me da mucho miedo todo ésto y recuerdo las exigencias de una mujer médico (odontóloga) que repetía constantemente su letanía sobre mis frenos y luego la rareza en la mirada del doctor general que veía que llegaba en taxi diciéndole que me atendiera inmediatamente, que mi mamá le pagaría después. Me-es-to-y-que-dan-do-sin-aire.
El asma me hizo débil. Durante muchos años, esa debilidad hizo un pozo en la negación. Pero hoy, que tengo varios días en los que no me desvelo sentado a la orilla de la cama sin respirar, sigo teniendo la costumbre, aún, de sentarme a pensar en ti.

Bien por nosotros, bien por mi que me río cuando me acuerdo que duermes haciendo un ruido bilabial muy raro.




















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