jueves, 24 de noviembre de 2011

A lo Augusto Monterroso

Hablando con unos amigos sobre la protección de los animales dije indignado lo siguiente y luego nos reímos todos. Me pareció que era algo al estilo de Monterroso:


¡Es que, a los animales los tratan como animales!

jueves, 17 de noviembre de 2011

un mensaje

He planeado mi vida contigo, la he planeado, y espero que todavía haya camino que recorer, porque yo también tengo mucho silencio, y todavía mucha música para cantar. Distinto, pero dispuesto.

martes, 15 de noviembre de 2011

EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN

A lo Friedrich von Schlegel, Louis Aragón, Poe, Burchard y Yo, una nota sobre lo que tengo cerca de mis pulmones, y lo que estoy haciendo a un lado, el lado oscuro… y de cómo no dar juicios precipitados.

Estaba demasiado  cansado y tenía mucho sueño, me acosté aproximadamente a las diez de la noche. Me desperté sudando. Soñé que corría entre la nieve en medio de un laberinto pero Penderecki sonaba raro, alguien me perseguía con una hacha. Con una gran angustia, al despertarme, comencé a sollozar y me acordé que se parecía a mis convulsiones de pequeño y comenzó un ataque de asma que no pensaba parar, encendí mi lamparita feel-touch y comencé a buscar una pastilla de salbutamol que tenía en casos de emergencia como este, nada. Doblemente muy agitado. Primero, desesperado porque no tenía solución ni podía salir a una clínica como hace meses lo hacía en mi anterior casa. Nada, nada, ni nadie, tomé agua. Me dije: - Gustavo calmáte -. Decidí encender la compu, vi la hora, eran las 0:30 y no entendí, le di clic a la hora porque no sabía qué horas eran las 0:31, aparece el reloj de aguja de Windows y era las 12:32. Recordé cuando aprendí leer el reloj  de aguja a partir de que me pidieron en la escuela, hacer un reloj de aguja y mi mamá me ayudó, y tuvimos una discusión muy dura porque yo lo quería en cartón de un metro de alto y que fuera de péndulo. Ahí frente al reloj de aguja de Windows, supe, entendí, estoy solo.
Me agité mucho más, tocía, tocía y me volví a repetir: - Gustavo, calma (monólogo tierno, interior) -. Decidí mejor, ver la película El lado oscuro del corazón. Me negaba a verla (ya había hecho un clip-trailer de los que suelo hacer adelantando la película para saber si me gustará), me negaba porque está realizada-inspirada en varios poetas, entre ellos Mario Benedetti, y su poesía no me gusta. Pero como sería una larga madrugada y además escucharía la poesía de otros poetas que sí me gustan; Benedetti, al igual que mi asma y otras cosas, no se merecían atención. Sorprendióme. Mi agitación no paró pero de repente mi concentración ya no estaba en el tiempo, ni lo corto del ingreso de oxígeno a mis pulmones, ni el miedo o delirio de persecución por el sueño que por cierto era la segunda vez que lo padezco, ni en relojes de  agujas de péndulo, ni en otras cosas. Sorprendióme, porque habían esculturas de Hugo Soto, y me encantan, porque Martha Serrana Lima canta al final y un tal Carlos Blanco inventa la cama que es un elemento visual muy poético; pero sobre todo, a pesar de haber escuchado la poesía de Oliverio Girondo, Juan Gelman, sorprendióme la participación real en la película, de Mario Benedetti que hablaba (recita) alemán, y sorprendióme más un poema que tocó más allá de mis pulmones agitados y miedosos. Tocó lo que estoy haciendo a un lado, y no precisamente a un lado oscuro del corazón. Este es el poema, para mí:

                NO TE SALVES
No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no quieras con desgana, no te salves, ahora, ni nunca, no te salves. No te llenes de calma. No reserves del mundo tan solo un rincón tranquilo. No dejes caer los párpados pesados como juicios. No te quedes sin labios. No te duermas sin sueño. No te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo, no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo solo un rincón tranquilo y dejas caer los parpados pesados como juicio y te secas sin labios y  te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino, y te salvas… entonces…
No te quedes conmigo…
                                                                                                              M. Benedetti

Moraleja, DEJAR de hacer esos clip-trailer, leerme lo que no he leído, para no dar juicios precipitados, tal como me paso con el nuevo helado de la nevería que trae una dona encima; comprar mi inhalador o más pastillas, o no sé… (soy malo para las moralejas, ni sé porque estoy tratando de escribir una). Lo que puedo decir es que, este poema me gustó mucho igual que el helado con dona. Amanecí escribiendo esta entrada, un poco menos agitado… reflexionado mucho, en la película, de mi vida (esto último suena cursi, clicheroso y kitch, pero es cierto, reflexioné).
Apagar la compu, subir a la terraza y dejar que el sol me vea, sin aire, ojeroso, pero que me vea. Lloroso, pero que me vea… …Llorar a lágrima viva, llorar a choros, llorar la digestión, el sueño, de amabilidad y de amarillo, empaparme el alma, inundar las veredas y los paseos, asistir a los cursos de antropología y llorar, llorarlo todo pero llorarlo bien, llorar por la nariz y la rodilla, llorar de flacura, improvisando, de memoria, de asma, llorar todo el insomnio y todo el día.

viernes, 11 de noviembre de 2011

A USTED, A PESAR DE LAS DIFERENCIAS



Esto va para usted que le gusta tomarme fotos, para usted que corre conmigo, que acelera porque su vida siempre es agitada, que últimamente se desvela conmigo, escuchándome, riéndose de mis locuras y de mis inventos, de los muchos sketchs, shows, marionetas, saltimbanquis y mimos. Que presta mucha atención a las cosas serias que digo, de los sueños que me despierta y que comienzo a escribir impulsivamente. Usted que en las frustraciones y desatinos viene, me abraza y me dice que todo estará mejor, que cree en mí como nadie lo hace, que me levanta del piso donde estoy desvanecido, no importando donde. Que entiende que odio al mundo y que el mundo me odia más.  Usted, que a pesar de las diferencias, a pesar de que va por un rumbo distinto, usted que a veces no entiende lo que digo y que mejor calla escuchándome, usted que si es verdad, viajará conmigo próximamente, usted que no necesita ser más o menos parecido a lo que buscaba, usted que con su inocencia lo llena todo, usted que con sus oídos hablas más de lo que espero, que sabe en el momento preciso, en el momento exacto, visitarme, darme un abrazo, verme directamente a los ojos y llorar conmigo. Esto va para usted, a pesar de que no tiene claro lo que quiere, su única certeza soy yo, y que cree que sigo siendo en esencia el mismo, al haberme encontrado otra vez, en el camino, en el bus, en el blog, en el olvido un tanto distinto, a lo mejor, quizás un poquito más líquido. Usted que hace mucho tiempo no veía y siempre hubo un espacio allí para mí, y aquí el suyo, usted, que tiene un tiempo eterno y a pesar de eso, no sé su edad. A usted, que ha regresado a mí, con mucho polvo, con su ropa un tanto desteñida, con el cabello distinto, con una sonrisa,con una vida mejor de la que tenía, con mucha expectativa, que baja sus maletas, llenas, de cosas, nuevas.

A usted le doy este espejo, para que cada vez que se vea se acuerde de mí… porque yo también siento lo mismo… A usted que me visita nuevamente después de un largo tiempo y que a pesar de lo que he sido, vuelve a lavarme la cara con un beso… en suspenso…  desnudo su presencia recibo, para que en la noche alquilemos un cielo y en la cama, juguemos a ser ciegos.